Tras la verdad: ¡ni perdono ni olvido a los delincuentes!
Ni perdono ni olvido a los delincuentes; Por Héctor Parra.
Santiago de Querétaro. Qro. 28 de octubre del 2019.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, le apuesta al pronto olvido de su abusos y errores; sumado a la mediatización de la información tergiversando los hechos que provocan sorpresa, enojo, ira e incredulidad por la facilidad con que miente el Presidente y el cinismo para generar minusvalía a sus abusos. Si bien hemos abordado este tema en otra columna, nunca será suficiente para comentar lo sucedido en el Municipio de Culiacán, Sinaloa, cuando por una pifia en materia de seguridad, por las turbias decisiones tomadas en ese bochornoso evento, generaron serios problemas que causaron intencionalmente daños materiales y muertes (no han oficializado el número), fuga de reos, y todo, sin razón alguna. Los problemas derivados de la detención del hijo del Chapo, aparentemente (dijo el mismo López) tomó por sorpresa al primer mandatario Andrés Manuel López, quien resbaló feamente y derivó el problema en terceras personas, no sin antes caer en serias contradicciones que evidencian su mala fe.
López Obrador, ha fanfarroneado, presumido que diariamente se levanta de madrugada para atender los problemas de seguridad e inseguridad en el país ¡Que trabaja tanto que la suma de su esfuerzo da el doble de tiempo! Así de cínico el Presidente. Sin embargo, a casi 11 meses de su gobierno, el índice delictivo ha superado a los anteriores sexenios. Y no valen sus dementes excusas, que todo es culpa del pasado, que es el país que le dejaron ¿Acaso no lo sabía? Simplemente no puede, no sabe gobernar, ganó las elecciones a base de engaños y creó una cauda de “inocentes” que creyeron ciegamente en sus mentiras. Cada vez hay más y más muertes violentas; las masacres que no quería que se cometieran durante su mandato, hasta ahora ha superado a todos, la delincuencia ejecuta cruelmente a policías y a civiles; literalmente vivimos un estado de terrorismo. Mas sus lacayos como la Secretaria de Gobernación, afirma que eso pasa todos los días; para luego argumentar que la mal entendieron, que eso no fue lo que quiso decir. El gobierno de las tontas excusas. Mientras Alejando Encinas, engaña a los padres de los 43, afirmando que él ya sabe en dónde se encuentran los desaparecidos, cuando los normalistas fueron asesinados la madrugada del día de su detención por el crimen organizado del Estado de Guerrero. Pero, al “sabio pueblo” hay que mantenerlo ocupado, entretenido con las tremendas mentiras y estos que todo le creen.
Así, el jueves 17 de octubre, tras un tremendo y garrafal error de planeación y operación para detener a Ovidio Guzmán “López”, hijo del sentenciado en los Estados Unidos “El Chapo Guzmán”, evidenciaron que no saben y no se coordinan, como supuestamente lo afirma López Obrador. El Presidente ha informado en múltiples ocasiones que él está debidamente informado de todo en materia de seguridad, dado que se reúne todas las madrugadas con los integrantes del Gabinete de Seguridad. Seguramente solo les hace perder el tiempo, pero, en fin, es su jefe y tienen que obedecer a las impertinencias de Andrés Manuel López. Bien, ese vergonzoso y temeroso día, ejecutaron orden de aprehensión en contra de Ovidio. No han informado verazmente quien ejecutó la orden, si la Marina, el Ejército o la Guardia Nacional. Oficialmente no se han podido poner de acuerdo. Una vez que detuvieron al presunto responsable de múltiples delitos, literalmente se les “vino el mundo encima”; el crimen organizado mostró, como nunca, la enorme fuerza de operación, reacción y ataque que tienen, a grado tal que López dejó en libertad al detenido. Quien aparentemente no estaba enterado de la detención, eso dijo López, ilegalmente ordenó dejaron en libertad a quien es reclamado por la justicia ¿Qué le informarán a la autoridad que lo reclamaba? Seguramente en su informe argumentaron: “¡Lo detuvimos y la dejamos ir, nos amenazó su grupo criminal!” “¡Así que, no vuelvan a pedir que lo detengamos, háganlo ustedes!” ¿Qué otra cosa pueden argumentar?
Los criminales generaron “actos terroristas”. Sí, aunque nadie lo reconozca ni lo hayan mencionado ¡Fueron actos de terrorismo! Eso de intimidar a las familias de soldados, de robar un tráiler con enorme tanque lleno de gasolina y amenazar con hacerlo estallar en un “familiar” de esas personas ¡Claro que es amenaza terrorista! Robar y quemar vehículos, estrangular entradas y salidas de Culiacán, abrir fuego a discreción causando varias muertes; el terror se apoderó de todos los miembros del Gabinete de Seguridad. En tanto que el Presidente, en esos momentos, tranquilamente se paseaba en avión comercial en el sur del país. No tuvo manera de regresar, los aviones comerciales no tienen vuelos al “contentillo” del Presidente. Así que, vía telefónica se estuvo comunicando con los del gabinete de seguridad, claro que no se sabe con quién o con quienes; lo cierto que la rueda de prensa improvisada por los miembros del gabinete, fue presidida por Durazo: el inepto. Durante varias horas, todo fue zozobra, mentiras iban y venían. Al final, López Obrador, pretendió alzarse como “humanista”, dejando, ordenando la libertad de Ovidio, como moneda de cambio, para que aquellos no ejecutaran actos de terrorismo. Prefirió salvar vidas de cientos de inocentes a cambio de la libertad de un detenido; López, una vez más, violando cuanta ley se le cruzó. Así, un garrafal error, ha pretendido convertirlo en acierto, lo que de suyo es una burla a la mediana inteligencia de cualquier persona (salvo para el sabio pueblo) ¡El humanista de López Obrador! En lugar de: “El torpe”, ahora le reconocen valientía por haber tomado senda decisión ¡Así de inconcebible, manipulador y mentiroso el Presidente de la República!
No ha faltado quien asegure que ese acto será el “Ayotzinapa” de López Obrador. Claro que no, ya lleva vario y en ningún caso ha tenido la repercusión social de aquel evento, dado que las huestes de López, fueron y siguen siendo los que alimentaron de odio aquel suceso, por eso lo han mantenido vivo y lo han subvencionado en todos sus gastos. En tanto que errores como los de Tlahuelilpan, les echan tierra inmediatamente y compran a cuanto ser se inconforma, para que no trascenda; los 14 policías masacrados en Michoacán, otro suceso como cualquier otro; así la liberación de Ovidio, pronto la echan al olvido. Y para amainar las críticas, sale a la defensa el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Causaubo, con el tema de las armas, que exigirán al gobierno de Estados Unidos, que cese el paso ilegal de armas a México ¡Por favor! Semejante niñería. Pues sí, los sinvergüenzas a todo le buscan salida, ahora los norteamericanos los responsables, todo por vender y permitir el trasiego de armas a México. Se Acabaron los tontos (la frase es más fuerte), cuando se inventaron los pretextos. Así están las autoridades del gobierno de la 4T. Seguramente los norteamericanos pedirían que México cese el trasiego de drogas, lo que no pueden hacer las autoridades. Todo es afán distractor.
Vamos, incluso uno de sus exlíderes morales de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, los fustigó, declarando abiertamente que se equivocaron en asunto de Culiacán, que deben aprender del error. Así de fuerte y simple lo declarado por el ex gobernador del DF, quien le cediera el poder al mismo López Obrador, en la capital de la República. La amarga experiencia, ha dado resultado al crimen organizado, una vez más. Constataron que las autoridades responsables de la seguridad pública son endebles, inexpertas, tontas, populistas, improvisadas y cobardes; además, el mismo López Obrador, ha afirmado que su gobierno no va por las cabezas del crimen organizado, no hace la guerra en contra de ellos. Por lo tanto aquellos tienen terreno libre, “patente de corso” para delinquir. Eso también lo saben otros delincuentes, como los normalistas, los de la CNTE, y más grupos que se dedican a lo mismo, su fuerte es la extorsión y la amenaza; en casos extremos, tiene el apoyo de autoridades como el sobrino de Dolores Padierna, Jesús Delgadillo Padierna, juez de control que deja en libertad a delincuentes por simples fallas técnicas ¿Por qué entonces el perdón y el olvido a los delincuentes? En suma, el Presidente se ha convertido en un delincuente más al transgredir deliberadamente cualquier norma legal vigente, esa actitud intolerante merece destitución, proceso penal y sanción con cárcel.
Héctor Parra Rodríguez