Las tres resistencias|por Andrés González
Y urgen, a fuerza de la indiferencia del gobierno federal, en que el gobierno de Querétaro tome definiciones y apoyos para salvaguardar la vida de sus ciudadanos, con decisiones prácticas y posibles y no solo con recomendaciones de la vocería organizacional.
En la encrucijada formada por el nuevo embate del COVID-19 en la variante del Omicrón, Querétaro entró ya al pico de la cresta en contagios – que se han tornado exponenciales – en la que se activan al menos tres importantes y diferentes fuerzas con intereses hasta encontrados: Los que genera la propia pandemia; las exigencias de empresas, negocios y comercios de toda índole para no parar – muchos de estos trasnacionales -; y el tercero, que ya está comenzando a ser presión, para poner nuevamente a prueba a todo el sistema de salud, no solo en haberes e instalaciones, sino en la capacidad y cansancio entendible del personal de salud, que entra al tercer año de esfuerzos continuos. Y la pandemia no cede.
Y urgen, a fuerza de la indiferencia del gobierno federal, en que el gobierno de Querétaro tome definiciones y apoyos para salvaguardar la vida de sus ciudadanos, con decisiones prácticas y posibles y no solo con recomendaciones de la vocería organizacional.
Porque este mal está comenzando a contagiarnos a todos, iniciando con el gobierno mismo, donde han dado positivo desde funcionarios del gabinete estatal y empleados; del resto de los Poderes – el legislativo, el judicial – pasando por la generalidad de los gobiernos municipales.
Por supuesto que este mal no solo azota a Querétaro, sino que es tendencia nacional e internacional.
A nivel nacional los últimos tres días se han batido records de contagios. Suman ya 20 gobernadores que han dado positivo desde el inicio de esta pandemia. Le ha pegado al propio AMLO y a gran parte de su gabinete. El propio embajador que estaba en República Dominicana, nuestro conocido Carlos Peñafiel Soto, deberá aguantarse las ganas de representarnos pronto en Corea, puesto que dio positivo.
A nivel estado es alarmante el crecimiento tenido. Los Juzgados queretanos suspendieron servicios y plazos en términos judiciales hasta el 25 de enero. La quinta parte de los diputados del Congreso local están guardados y siguiendo virtualmente sus tareas desde casa.
En unos cuantos días, el mapa estatal de contagios se transformó. Y cuando estábamos a punto de llegar al 50 por ciento de los municipios libres de esta pandemia – 9 de 18 – y ligar más de tres días sin muertes por el mal, es que se presenta esta nueva variante que nos exige desde luego incrementar cuidados personales, pero también que las autoridades de salud se adelanten en prevenir situaciones de emergencia.
Y todo esto – la columna misma – no es para causar pánico, sino para incrementar cuidados personales, familiares, sociales.
El propio Comité Técnico de Salud está sesionando en forma diaria.
La última recomendación es hacer uso racional de pruebas, porque se ha entrado a la etapa de la saturación.
Los especialistas recomendaron el uso de pruebas diagnósticas –PCR y rápidas de Antígenos – teniendo prioridad los casos que estén dentro de antecedentes de morbilidad o que estén ya en el grupo de riesgo de enfermedad grave; los profesionales de la salud con algunos de los síntomas que esta pandemia presenta.
Este mismo Comité de Salud Técnico ha determinado que las medidas sanitarias se mantengan vigentes hasta el 23 de enero – los plazos son cada vez más cortos – independientemente de cambiar medidas antes y cuando los casos aumenten en número y gravedad.
Si bien el gobernador Mauricio Kuri no es médico si integra como cabeza principal, parte de este Comité, los ciudadanos deseamos oír las providencias que este gobierno estatal está tomando o se encuentra por tomar, con toda la seriedad y circunstancias por las que atraviesa nuestro estado.
De esta manera y en contra de lo dicho por nuestro presidente, que nos demos cuenta de que esto no es un “covidcito” o que se cura con un Vic Vaporub.
Y que los acuerdos para preservar la vida de los ciudadanos, estén sobre los intereses económicos de empresas transnacionales que hacen la puja por no variar de escenario, lo que les podría volver a ocasionar pérdidas diarias no en pesos, sino en millones de dólares. La vida de los ciudadanos vale más que todo ello.
O si este Comité Técnico de Salud o el propio gobernador, ya le preguntó al Comité Nacional de Salud o al propio presidente, cuando nos llegarán las nuevas pastillas Pfizer o Merck para combatir esta pandemia. Donde se podrán adquirir o sin van a estar dosificadas por las Brigadas “Correcaminos” que obedecen a criterios si bien de disponibilidad, también a intereses de un gobierno que no ha demostrado su federalismo.
Y si “allá” informan a diario, ¿Porque aquí no hacer – y cuando entramos ya al pico de la cresta de este contagio – por lo menos algo parecido con un par de días a la semana?
Y de que se bajó la guardia, por supuesto que se bajó. Y los ciudadanos lo hicimos sí por la semaforización, pero también por nuestro personal relajamiento y descuido.
Es momento de endurecer medidas; que en los mercados públicos se retomen las medidas de cuando llegamos a la segunda ola – hoy ya no toman temperatura ni ofrecen gel antibacterial -; que al ciudadano que no traiga puesto su cubrebocas, se le inste públicamente a hacerlo; que se restablezcan las brigadas de salud, no solo para las fiestas públicas o privadas, sino que nos los encontremos en las calles para obliganos a portar el cubrebocas.
No es tiempo personalmente de relajarnos en nuestros cuidados de salud pero también ya es el momento de que se tomen medidas oficiales más drásticas.