Tras la verdad: Gobierno criminal e irresponsable.
Otra acción criminal del gobierno de la 4T, que perjudica al sector salud de los mexicanos.
Querétaro Qro. 8 de abril de 2020
Por: Héctor Parra —Otra acción criminal del gobierno de la 4T, que perjudica al sector salud de los mexicanos. Cuando se sabía que el problema del coronavirus se convertiría en pandemia, por virtud del anuncio que diera la Organización Mundial de la Salud –OMS- el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hizo caso omiso; en cambio, presumía la puesta en marcha del nuevo sistema de salud a cargo del Insabi, promoviendo la firma del convenio que quitó a los Estados, la prestación del servicio, bajo la simple critica presidencial de la desaparición del Seguro Popular, por inseguro e impopular y por la trillada corrupción. En China, sin embargo, el problema de la pandemia crecía, cuyo gobierno, para sorpresa mundial, inició la rápida construcción de un hospital que ayudaría a paliar el problema. Dada la probada irresponsabilidad de López Obrador, este nada hizo para hacer frente al problema que anunciaba su llegada a México irremediablemente. Entretanto, los hospitales se quedaron sin insumos no solo para atender la pandemia; no, los insumos ya escaseaban para todo, médicos y enfermeras lo denunciaban a lo ancho y largo de la República Mexicana; López había recortado el presupuesto para la salud, hacía su “guadadito” para sus obras y programas sociales. Ante la obvia magnitud de problemas, el gobierno de México vendía parte de esos insumos al gobierno de China –obtuvo en ese momento más dinero-, conducta por demás criminal. A poco más de un mes de distancia, resulta que el gobierno de México, ahora recompra esos insumos que vendió a China, batas, guantes, tapa bocas, etcétera; adquirió poco más de 3 millones de productos; claro, a un precio más caros. Volvió a perder, como con la renta del avión presidencial en los EUA y los regalos millonarios –en dólares- a 3 gobiernos centroamericanos ¡Inconcebible! Por eso no le alcanza el dinero a López Obrador.
Para distraer el sismo de torpeza del gobierno federal –de Andrés Manuel López para ser exactos-, en la mañanera de este día, el Presidente, en plena Semana Santa, refirió a un Twitt del Papa, relacionado con los pobres y su gobierno. La manipulación religiosa, el oportunismo acostumbrado de López. Lugo se fue en contra de los partidos políticos exigiendo que donen el 50% de sus prerrogativas para la adquisición de insumos hospitalarios, dijo que diariamente los exhibirá hasta que hagan la donación para la adquisición de insumos hospitalarios ¡Más dinero! El Presidente sabe que los partidos tienen impedimento legal para hacer donaciones de las prerrogativas, ese dinero literalmente está etiquetado, solo pueden gastarlo en aquello que es aprobado por la ley, no pueden donar –regalar- dinero para ninguna otra cosa. Hacerlo acarrea responsabilidad, incluso un posible delito. Cuando mucho, los partidos pueden renunciar a sus prerrogativas y el INE devolver ese dinero a la Secretaría de Hacienda Federal. Los distractores del presidente ante la ultra torpeza de haber vendido a otro país lo que ahora necesita México, la irresponsabilidad de López es mayúscula, alcanza el grado de crimen, delito de lesa humanidad, al dejar sin insumos a los hospitales, sin la adecuada atención de salud a millones de mexicanos que puede recaer en muchas muertes, como ya ha sucedido ¿En qué piensa el Presidente López Obrador? Hugo López-Gatell, Sub Secretario de Salud, responsable de las acciones del gobierno para combatir los efectos de la pandemia, tuvo que aceptar el craso y delincuencial error, ante la entrevista que diera al periódico Inglés “The Economist”. Para colmo, un extranjero logró la información que cobardemente no había dado el boquiflojo del Presidente de la República. Este día, para bajar el golpe mediático, derivado de su enorme torpeza, López tuvo que acudir en “auxilio del Papa”. Y arrastró a los partidos políticos para que coadyuven a resolver uno de los problemas causados por el mismo Presidente, que consiste en la falta de dinero para el sector salud. Hoy martes llega material hospitalario desde China, insumos médicos que primero vendió y ante la nula previsión y falta de planeación, como suele hacerlo, tuvo que recomprar a quien antes vendó; claro, también adquirió otros materiales como respiradores. Por si no fuese suficiente tanta torpeza, el gobierno federal también contrata personal médico extranjero, torpe improvisación; vendrá personal médico de otros países a salvar a los mexicanos. Ineptitud total del Presidente, no le sirvieron para nada sus estampitas, ni sus amuletos, el tsunami lo arrolló. Solo falta que se ahogue. Todo un desastre.
El sector empresarial sumamente inconforme, molesto por la falta de apoyos por parte del gobierno federal; no para ellos, afirman, sino para la planta productiva, apoyo para los trabajadores, para no tener que cerrar fuentes de empleos. Nada, el Presidente va de frente y no se quita. Los empresarios coincidieron en señalar que a López Obrador, solo le interesó reforzar su “programa emergente”, la atención de sus programas de obras y la plana clientelar de depauperados, apoyar a los “pobres”, solo a ellos, a nadie más, dijo el Papa. Para eso requiere dinero, recursos que busca desesperadamente obtener de donde sea, no importa sacarlo del bolsillo de los empleados de la burocracia federal -3 mkil millones de pesos más-, la desesperación presidencial es enfermiza. Carlos Salazar Lomelí, Coordinador de la Coparmex y Adrián de la Garza, Director de Estudios Económicos de Citibanamex, expresaron con claridad meridiana sus molestias y preocupaciones. El Presidente no ve con objetividad los problemas, menosprecia la falta de crecimiento de la economía mexicana, el cierre de empresas, la pérdida de empleos; lo peor, lo que nos espera para este año, un fuerte decrecimiento del PIB, que puede llegar al 10%, pronostican algunos. Se avecina un panorama catastrófico y López Obrador, no atiende las causas de origen, le basta con sus “sueños guajiros” que volvió a plantear el domingo pasado. Mal y de malas. En el peor momento le tocó a México un gobernante ignorante, intolerante, necio, impreparado, fetichista, religioso por conveniencia, irresponsable -hasta decir basta-, manipulador y mentiroso.