Tras la verdad exhibe AMLO su ignorancia financiera
AMLO confundido entre subejercicio y ahorros
Jueves 16 de enero de 2020
En conferencia de prensa de este día, fue exhibida la manifiesta ignorancia del Presidente de la República, en el manejo de las finanzas públicas, deja en claro que las reducciones al presupuesto público, el manejo del dinero es caprichoso; López Obrador, dio muestra evidente del irresponsable manejo del dinero público, lo que ha ocasionado el incumplimiento de programas, el despido de personal, la falta de medicamentos y cumplimiento de los objetivos de los programas que sirvieron de base para la integración y gasto del presupuesto público federal; lo que bien puede calificarse como fraude financiero en agravio de los contribuyentes, quienes pagan las contribuciones a fin de que el gobierno ponga en marcha los programas que sirvieron de base para la recaudación de todas las contribuciones fiscales, alguno de ellos no cumplieron por falta de recursos (por los ahorros ordenados por el Presidente), simplemente no les llegó el dinero, López Obrador se quedó con él y lo presume como ahorro. No es lo mismo el ahorro que el subejercicio presupuestal. Andrés Manuel López Obrador, resultó un tramposo que presume la enorme deficiencia financiera como un triunfo ¿Para qué quiere los miles de millones de pesos en su bolsillo? No le dio a varias Secretarías el presupuesto aprobado por los legisladores federales. A mediados del año pasado, se quejó de ello Alfonso Ramírez Cuellar, Presidente de la Comisión de Presupuesto, en la Cámara de Diputados, por no “soltar” el dinero; “tiene que soltar y gastar el dinero”, decía muy molesto el diputado; “no debe repetirse el subejercicio”, sentenciaba. Para el mes de julio pasado, el Secretario de Hacienda, aludía al subejercicio en varias Secretarías, entre otras la de Educación, de Bienestar y de Salud; eran miles de millones de pesos para entonces. López Obrador, ahora presume “ahorros”, se deslinda de subejercicios. Aunque, por el “lanzamiento” de la pregunta periodística, terminó aceptando que tenía razón la periodista que lo cuestionó.
Y es que, nada que ver entre ahorro y subejercicio presupuestal. El Presidente de la República, ahoga a las Secretarías, a grado tal que el sector salud no tiene para comprar medicinas, los enfermos se quejan, los médicos también; pero López Obrador, minimiza el problema y culpa a la corrupción de sus abusos y torpezas. Si fuese sana su intención, cuyo objetivo es no gastar el dinero público, lo obvio hubiese sido bajar los impuestos; pero no, aumentó impuesto y no gasta autoriza el gasto ¿Para qué quiere miles de millones que no gasta su gobierno? El Presidente viola el Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado por la Cámara de Diputados; la obligación del Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Hacienda, es trasladar los recursos aprobados en el presupuesto, a las entidades administrativas, así de simple en el procedimiento legal y administrativo. Pero no, el Presidente ordena no dar el dinero aprobado en el Presupuesto. Ello es una verdadera ilegalidad. Si López Obrador, tiene planes unipersonales, sin objetivos, sin metas, sin programas para gastarse el dinero, los legisladores federales deberían iniciar juicio político en su contra, al menos. Todas las dependencias para integrar su gasto, presentan programas con metas, objetivos, cronogramas, personal, gastos de oficina, etcétera; ello conforma el presupuesto para su ejecución. Y, López Obrador, (delincuencialmente) simplemente cancela los programas, se queda con el dinero y lo gasta en lo que se le ocurre. En cualquier otro país lo llevarían directo a la cárcel. Pero, el Presidente dice estar combatiendo la corrupción, que ya no es como antes. Baste recordar que en 2016, el gobierno de Peña hizo un gran recorte al presupuesto, bajo un esquema distinto; no guardó el dinero, fusionó programas y entidades administrativas para eficientar el desempeño gubernamental y gastó el dinero presupuestado, no lo guardó como ilegalmente lo hace el hoy Presidente de la República. Para diciembre pasado, el Secretario de Hacienda, en su informarme de finanzas públicas, dio a conocer de un subejercicio de 155.3 mil millones de pesos, en los 3 primeros trimestres del año. Así de incongruente el Presidente de la República. Entonces la Coparmex, exigió al gobierno federal mayor eficiencia en el ejercicio del gasto. Por supuesto que López Obrador no hace caso a nadie.
Ahora bien, se conoce como subejercicio del gasto público a los dineros (recursos) que resultan de restar el gasto observado, al gasto programado por el gobierno. De tal manera que, se habla de un subejercicio cuando alguna entidad pública no ha erogado lo que tenía autorizado para gastar en un ejercicio fiscal. En la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, el subejercicio lo define como “las disponibilidades presupuestarias que resultan, con base en el calendario de presupuesto, “sin cumplir las metas” contenidas en los programas o sin contar con el compromiso formal de su ejecución” ¿Qué hará en su momento la Entidad Superior de Fiscalización? De tal suerte, el destino de los recursos públicos está especificado en el gasto programado y autorizado por los legisladores, cada año. Periódicamente la Secretaría de Hacienda, publica su reporte de finanzas y deuda pública las cifras de la los recursos ejercidos, así como la diferencia con la cifra programadas ¡Fácil! Cuando el gasto público observado es menor que el programado: hay subejercicio. La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos determinan los destinos de los (dineros) recursos derivados del subejercicio y las sanciones de las que se hacen acreedores los funcionarios que ejercieron de manera inadecuada los recursos federales. El problema es que, a las entidades administrativas no le da dinero López Obrador, con el engaño de la “austeridad”. Así que, las consecuencias del subejercicio no es responsabilidad de ellas, es del Presidente de la República. Y, dinero no gastado debe ser devuelto a la Secretaría de Hacienda, así lo establece la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, establece que si una entidad receptora de recursos públicos gasta menos de lo que tenía autorizado esos recursos deben ser devueltos. La Secretaría de Hacienda, entonces, puede redirigirlos los recursos a otros rubros. Aquí es en donde López Obrador, abusa de su poder y destina los recursos a lo que le place. Y el “pobre” Herrera (Secretario de Hacienda) tiene la obligación de reportar cómo fueron reasignados los recursos derivados del subejercicio por unidad responsable y por programa presupuestario; mas no puede ser cuestionada la reasignación. Debe transparentar el destino, pero no argumentarlo. Son lagunas de las que abusa López Obrador. Ahí radica una problemática de la existencia de subejercicios: la posibilidad de transferir los recursos hacia otras “prioridades de una administración”. Aunque, en teoría, el subejercicio es responsabilidad de la unidad pública que lo ejerce; pero, en la práctica la Secretaría de Hacienda no esté entregando los recursos, se queda con ello y López decide su destino ¡Delincuencia organizada! ¡Ha bárbaros! La realidad. El Presidente de la República, es quien obstaculiza el ejercicio eficiente del gasto público, él procura la existencia de los recortes presupuestales y de los subejercicios. Las pruebas con contundentes, secretarías como la de Salud y la de Comunicaciones y Transportes sufrieron fuertes recortes de recursos en año pasado y en la evaluación del gasto observado hasta la mitad del año; además registraron subejercicios más pronunciados de los recursos. La administración del gobierno de la 4T, es un caos. López Obrador inutilmente se defiende ¡Son ahorros, no subejercicio presupuestal!
Héctor Parra Rodríguez