AMLO debe ser enjuiciado sin consulta popular.
Durante la conferencia mañanera número 437, el Presidente de la República, propone iniciar el procedimiento de consulta popular.
Querétaro, QRO 24 agosto del 2020.
Durante la conferencia mañanera número 437, el Presidente de la República, propone iniciar el procedimiento de consulta popular, para enjuiciar a los expresidentes de la República. Por supuesto que López no sabe qué delitos ni qué pruebas existen en contra de aquellos a quienes quiere enjuiciar mediáticamente, simplemente pretende someter al escarnio público por aquello del inicio del proceso electoral el 7 de septiembre próximo ¡Exhibir a los corruptos!
En cambio, en lo que va del mandato del Presidente Andrés López, este ha cometido una serie de delitos que abren la puerta para que pueda ser enjuiciado penalmente, no políticamente a Andrés Manuel López Obrador. Enunciativa, que no limitativamente, referiré algunos de los ilícitos cometidos por el Presidente de la República y no se requiere una consulta popular para determinar si son o no delitos y si debe o no ser enjuiciado. El Presidente puede y debe ser enjuiciado ¡Ya!
Iniciando su periodo de gobierno, por medio de un simple memorándum, dio la instrucción al Secretario de Educación y demás subalternos, incumplir con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como leyes y reglamentos secundarios. Si bien desaparecieron el memorándum, existen las grabaciones que confirman la orden de desobedecer la Carta Magna, cuando protestó cumplir y hacer cumplir la Constitución y todas las demás leyes que de ella emanan. Delito grave. López reconoció haber cometido el delito.
El Presidente de la República, ordenó a las fuerzas públicas federales no intervenir en el tumultuario robo de combustible en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo. La inacción trajo como consecuencia explosión y muerte de más de 130 personas, todo por no cumplir con lo ordenado por el Código Penal, accionar la acción de seguridad pública y procuración de justicia, a razón de la orden presidencial de no intervenir; por supuesto también incumplió con la Ley de Seguridad. El Mismo López Obrador, así lo reconoció, haber dado instrucciones de no intervenir, independientemente de sus burdas justificaciones. Sobre él recae la responsabilidad de la muerte de esas personas. No debió ordenar la inacción. Delito grave.
El Presidente ha incumplido con la ejecución de varias sentencias de amparo, lo cual se sanciona con pena privativa de la libertad y la remoción del cargo que ocupe el funcionario público que se niegue a cumplir con la justicia, en el caso, con la ejecutoria de una sentencia. Basta con mencionar la sentencia de amparo que obliga al Presidente, a no privar de recursos públicos a las Estancias Infantiles, dado el perjuicio que ocasiona directamente al desarrollo de los menores, el daño que ha causado es directo a los más de 300 mil menores que dejaron de tener ese derecho adquirido. A pesar de que fue ordenado por la justicia federal que siga otorgando el presupuesto federal para las Estancias Infantiles, el Presidente se ha resistido, se ha negado, no ha cumplido con la ejecutoria. Delito grave.
El Presidente ordenó la cancelación de la obra pública del aeropuerto de Texcoco, con ello ocasionó un daño al erario por más de 100 mil millones de pesos; causó daños y perjuicios al patrimonio del Estado. Otro delito grave que sigue impune. Ninguna de las razones que argumentó López Obrador, como causas de la cancelación de la obra, fueron demostradas. En cambio, el daño al erario es evidente, el gobierno federal deberá pagar esa multimillonaria cantidad. Sus argumentos fueron políticos, no jurídicos.
Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de Presidente de la República, ordenó la liberación (estando detenido) de un inculpado que aún es reclamado por la justicia estadounidense. López ordenó liberar a Ovidio Guzmán, sobre quien pesa orden de aprehensión. En el Código Penal no existe excluyente de responsabilidad en favor del Presidente, por las inexplicables razones que dio para ordenar liberaran al delincuente. Andrés López, cometió otro delito. Asumió funciones que no son de su competencia y dio la orden quebrantando el orden jurídico. Más delitos.
Los fraudes recién exhibidos en materia electoral, allegándose recursos económicos de procedencia ilícita, todo para sostener su movimiento político electoral. El Presidente reconoció, confesó haber cometido delitos electorales, los que justificó como válidos, mientras que la ley dice lo contrario ¿Qué decir de la extorsión a los empresarios para que “voluntariamente” aportaran 1,500 millones de pesos, obligándolos a comprar boletos para la “rifa del avión” que no será rifado? López reconoció esa aportación multimillonaria empresarial que ahora no se sabe dónde quedó ese dinero que sería para comprar insumos para el Insabi.
Cadena interminable de actos ilegales. Este día 24 de agosto, en su tradicional conferencia mañanera, promovió la compra de “cachitos” de la Lotería Nacional, para la “rifa del avión” presidencial. Así de fuerte y claro lanzó su fraudulenta publicidad: “la rifa del avión”. Incluso se subió al avión que promueve como bien mueble a rifar. El Presidente comete fraude al prometer la rifa de un bien mueble que no será rifado ¡Fraude maquinado! Esa promesa no la cumplirá, lo que se rifará es dinero en efectivo, no el avión presidencial. Otro delito más a cargo del Presidente López.
Conclusión. Para someter a juicio al Presidente Andrés Manuel López Obrador, no se requiere consulta popular. La acción de la justicia está expedita para ser cumplida. López debe ser destituido, enjuiciado y encerrado en algún centro psiquiátrico, dado que no se encuentra bien de sus facultades mentales. López es un peligro para México, se terminó el presupuesto público programado para este año, saqueó los ahorros de los mexicanos y sigue en la búsqueda de más dinero para dilapidarlo; le quita parte del salario a los trabajadores de la burocracia y les mutila por adelantado el aguinaldo, derechos laborales flagrantemente violados. Otro delito más, desvía el presupuesto público. Por si lo anterior no fuese suficiente, sufre de mitomanía, gobierna con mentiras que no puede sostener con pruebas. De ahí que sea altamente recomendable enjuiciar jurídica e inmediatamente a López Obrador, no vaya a pensar que procesar a Pio; no, a ese pillo no, realmente enjuiciar a Andrés Manuel López Obrador.
Héctor Parra Rodríguez