TRAS LA VERDAD NO PARA EL PARLANCHÍN DE PALACIO NACIONAL
Cierto, no para el parlanchín de Palacio Nacional, mas no se vayan a confundir estimadas y estimados lectores: ¡No para de hablar!
En la conmemoración de un año más de la vigencia de la Constitución de 1917, vino (o fue) a Querétaro López Obrador, como es costumbre republicana a disertar sobre los antecedentes y beneficios de la Constitución. Otra decepción. AMLO creyó que el foro fue otra de sus “mañaneras”. Y no se detuvo en fustigar la actividad electoral y lo referente a la impartición de justicia, olvidó, por supuesto, lo relativo a la procuración de justicia y a la seguridad pública, obligaciones contenidas y no cumplidas en la Carta Magna, por su gobierno de la 4T.
Pero sí se detuvo a lanzar loas a sus programas sociales. Otra “mañanera” insulsa. Y, como no tiene nada más que hacer, se dio el tiempo para volver al Palacio de la Corregidora, lugar donde despacha el gobernador, antigua cárcel en los tiempos de la independencia y sede del Ayuntamiento. Lugar del inicio de la gesta independentista, con el “taconazo” de Doña Josefa Ortíz.
El parlanchín de Palacio Nacional, ignorante cuando le conviene, preguntará al TEPJF los alcances de la veda electoral ¿Para qué si desde el primer día violó la Constitución? Por su parte, el INE por medio de su entrañable enemigo Lorenzo Córdova, le dio respuesta al “hablador” y una vez más: exhortó a todas las autoridades a respetar la veda mediática.
Obvio, entre esas autoridades está el Presidente de la República. Suficiente con que López dé lectura al artículo 35 fracción IX de la Constitución y si no entiende la redacción del contenido, que le pregunte a sus asesores. Prefiere violar la Constitución y después preguntar. Lo mismo hizo durante los pasados procesos electorales, cotidianamente incumplió, a grado tal que amenazó cuando dijo: Sí se metería en la campaña, haciendo uso de su libertad de expresión ¡Presidente mañoso!
Insisto, como le sobra el tiempo y no gobierna, una vez más adelanta lo de la inauguración de su aeropuerto que será a finales del próximo mes. Haciendo campaña de sus obras, algo que le está prohibido por la Constitución en esta etapa electoral. Fingiendo más ignorancia que de la que le acompaña, López preguntará si puede hablar en la inauguración de su aeropuerto. Concomitantemente el periodista, conductor y comentarista en televisión Ciro Gómez Leyva, llevó a cabo un extraordinario reportaje televisivo sobre las obras de vialidad que llevarán al mil veces anunciado aeropuerto de Santa Lucía. Todas las obras públicas de vialidad, sin excepción, no entrarán en funcionamiento a la par que el aeropuerto que iniciará a con solo 3 líneas aéreas: locales. Pero, el parlanchín vive del marketing de la publicidad. Seguirán utilizando el AICM, con sus deficiencias, pero mejor comunicado.
Lugo, sin prueba alguna, pretende deslindar de responsabilidad a los delincuentes de la “organización vivos se los llevaron, vivos los queremos”, de todos los actos vandálicos y delictivos que cometen permanentemente, como el hecho de apoderarse de casetas de peaje vehicular y cobrar, para hacerse de dinero y vivir sin trabajar. El parlanchín de Palacio Nacional arguye que, “hay infiltrados del crimen en manifestaciones de normalistas de Ayotzinapa”. Así se las gasta el holgazán de Palacio Nacional. Defiende a sus aliados delincuentes de la serie de delitos que cometen e inculpa a terceros, sin nombres ni prueba alguna. Nuevamente el “marketing político”.
¿Por qué no se pone a trabajar en lugar de proferir mentira tras mentira? No sabe hacer otra cosa, siempre ha vivido del embuste.
Entre tanto, el mismo 5 de febrero el INE publicó en su portal la verdadera información. Afirman que ellos realizarán con sus propios recursos todo el proceso de la “ratificación de mandato”. La revocación no existe para los morenistas ni para López, solo ellos irán por la “ratificación. La mayor parte de la población inscrita en el Padrón Electoral, no formará parte de la farsa de la “democracia dirigida”; el pueblo aspiracionista no será parte del fraude maquinando bajo la falacia de “democracia directa o participativa”. Es un burdo teatro que solo sirve para dilapidar recursos públicos y cumplir con la Constitución. AMLO quiere satisfacer su malévolo ego.
Héctor Parra Rodríguez