TRAS LA VERDAD AMLO Y MORENA A LA INTIMIDANTE MOVILIZACIÓN
AMLO siempre promovió desde la oposición, como mecanismo de presión al gobierno, las movilizaciones, los paros, las tomas de pozos petroleros, los bloqueos, las invasiones de vialidades. Ahora, desde el mismo gobierno que encabeza, promueve las movilizaciones en todo el país, para doblegar a los legisladores de oposición para que aprueben su aberrante iniciativa de contrarreforma a la Constitución.
Sábado 6 de noviembre de 2021
El presidente dio instrucciones a Mario Delgado, para que realice un recorrido por los 300 distritos electorales uninominales, para formar comités de movilización y empujen, como demanda social, la aprobación de las retrógradas reformas que intentan devolver al poder del Estado el control del sector comercial en materia energética. Obvio, aprovecharán para promover el apoyo a López en el proceso de revocación de mandato.
Frente a la ineptitud, la torpeza y la falta del poder de la palabra y argumentos para lograr el convencimiento por medio de sesudos razonamientos, surge la violencia e intimidación como medios de convicción. Lo terrible, son promovidas dese la cúpula del poder político. La violencia como método de convencimiento, arma utilizada y conocida por el provocador de Palacio Nacional.
El mismo presidente López dijo estar convencido que los legisladores pueden meter mano a su iniciativa de contrarreforma eléctrica; bajo la condición de ser aprobada. Acepta la existencia de deficiencias.
En el Senado, el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, antes aceptó que la iniciativa de reformas a la Constitución, podría ser modificada para encontrar consensos. No alcanza las dos terceras partes de los legisladores para lograr la votación calificada que exige la Carta Magna.
En la Cámara de Diputados, Ignacio Mier tampoco pudo. Ante la impotencia de no alcanzar la misma proporción de las dos terceras partes para lograr la aprobación de la iniciativa presidencial, detuvieron la votación del dictamen. Seguramente esperarán al próximo periodo ordinario.
Entrampados los intentos regresivos del presidente López Obrador. Tomará un respiro durante su viaje a la ONU, lugar en el que discurrirá entre temas intrascendentes y mentiras; dos días de descanso para los mexicanos.
La desesperación los lleva al límite. AMLO encargó a Mario Delgado, promueva movilizaciones sociales en apoyo a la contrarreforma. Razón por la cual anunció, o mejor dicho, amenazó con recorrer los 300 distritos (falso) uninominales, para conformar comités de movilización ¿Quiénes serán los orquestadores de las falsas movilizaciones? ¡Los siervos de la nación! ¿A quiénes pretenden movilizar? A la mayor cantidad de los beneficiarios de los programas sociales, a todo aquel que “reciba dinero” por no hacer nada y a los fanáticos de la trasnochada izquierda.
Aún guardan la esperanza de que se apruebe la iniciativa que promueve la expropiación de bienes de particulares, aunque textualmente no lo exprese la redacción. Por eso la confusión. El Estado se queda con los bienes, pero no los expropia ¿Jurídicamente cómo se denomina ese acto? ¿Robo? ¡Ah! Pero no es expropiación. Luego mete en la iniciativa la explotación del litio, texto que lo hace aún más complicado, por eso la amenaza de AMLO, para que se apruebe lo del litio, material que debe quedar en manos del Estado, nada de concesiones a particulares. Galimatías jurídico que solo los morenistas lo entienden.
La confusión de la redacción es tal que se contrapone ¡Ah, pero el “pueblo la apoya! Aunque no hayan leído la iniciativa; si osan leerla, no la entenderán, no comprenderán, por eso ni Rocío Nahle ni Manuel Bartlet, pueden defender el articulado de la iniciativa, solo exponen sus propios argumentos que nada tienen que ver con el galimatías redactado por, nadie sabe quién.
Allende las fronteras, los norteamericanos han alzado la voz de inconformidad por la atrocidad que pretende llevar a cabo el gobierno de AMLO, así como los canadienses. Se oponen rotundamente a la contaminante contrarreforma energética; aseguran que violaría el Tratado comercial (T-MEC), lo que llevaría a conflictos jurídicos fuera de México, los que seguramente perdería el gobierno de la 4T, como aquella demanda a las armerías y empresas comercializadoras de las armas que los delincuentes introducen a territorio mexicano. Ebrard quiere imponer condiciones de compraventa en territorio norteamericano. De risa la demanda.
Durante el receso legislativo los morenistas amenazaron con las movilizaciones. Mientras AMLO y su esbirro de Alejandro Gertz, seguramente aprovecharán para presionar a legisladores de oposición y amenazarlos con la persecución de la justicia por probables delitos cometidos en su niñez. La nueva mafia del no poder no logra hacer nada bien, salvo incrementar los problemas y culpar a otros de su incapacidad, mientras la corrupción avanza a todo galope.
Héctor Parra Rodríguez