“Se acabó el pacto del silencio”: Alito

Es en Querétaro la tarde del Partido Revolucionario Institucional. Tarde fría y corazones ardientes. De olvidar agravios internos, de “darle la vuelta a la página

Santiago de Querétaro Qro. 24 de enero de 2020

Por Andrés González Arias: Es en Querétaro la tarde del Partido Revolucionario Institucional. Tarde fría y corazones ardientes. De olvidar agravios internos, de “darle la vuelta a la página en la nueva era del PRI”.

Cuando Alejandro Moreno Cárdenas arribó al enlonado de la parte trasera del PRI, crece la algarabía. Serán unos mil cuatrocientos priistas lo que lo reciben, le gritan vivas.

Caminando y sobre la marcha – no dio conferencia – a un reducido grupo de comunicadores nos dice que, en Querétaro, “se acabó el pacto del silencio”, sin abundar quién lo hizo y a quién va dirigido. Ni falta hacia la aclaración.

Y lo repite en la tribuna, cuando después de tomarle la protesta a Paul Ospital como nuevo presidente del PRI en el estado, enfatiza que “a nuestros adversarios y opositores les decimos que aquí estamos los priistas, que ya les llegó la oposición, que los gobiernos que tiene hoy Querétaro y el gobierno federal, no le han cumplido a los queretanos”.

El acto de toma de protesta fue idílico para Paul Ospital. Ni en sus mejores sueños se lo hubiera imaginado.

Adentro, en la sesión de los Consejeros Políticos Estatales – 298 de 390 posibles – todo fue fast track. Y la despacharon en solo doce minutos. Ninguna voz en contra de Ospital, pero tampoco a favor. Su mejor defensa ya la había hecho y venía aplanada desde la propia dirigencia nacional. Que en las decisiones de los priistas queretanos esto no se vuelva costumbre. Por lo pronto ahora y ahí, faltaron consejeros vip, no estuvo Manuel Pozo, ni Jorge López Portillo, tampoco Pepe Calzada pero igualmente ningún ex gobernador. Ausentes también varios expresidentes del partido.

“Alito” llegó de prisa a Querétaro. Y así salió.

Alrededor de las tres de la tarde, se sentó a pactar – el partido que viene con Ospital, el desaseo que se dio en la generalidad del proceso pero también a reconocerle el trabajo que Jorge Meade Ocaranza realizara en la dirigencia local -; y estuvieron con él Real de Minas y a la mesa, un grupo de unos treinta cinco priistas. Entre otros Pancho Pérez Rojas, que se integrará a un nuevo cargo de partido; Jaime Escobedo, que tiene ya en la bolsa una importante secretaría; David Palacios, quién busca ahora presencia en la CNOP nacional y pronto, presentará licencia a su cargo en el sector local popular; Hugo Cabrera diputado local y Jorge Valenzuela quién operó la invitación. Igualmente y en la semana que viene, su nombre lo podría ver en el equipo de Ospital; también ahí el Lic. Enrique Burgos García, apreciado político, ex gobernador, quién le expresó a don Alejandro la solidaridad del priismo de este estado. Fueron siete quiénes tomaron la palabra. El aplanado pareció perfecto. Lo era.

Cuando apenas pasaban las cinco, el griterío del evento de toma de protesta, se hace ensordecedor. Se miden las porras de los municipios. La de El Marqués – que llevó la banda de viento “Los Reyes del Bajío” de Amazcala – era la más numerosa. “Seiscientos priistas me acompañan,” me dice el Gavilán. Y las porras se las apropió: “Gavi, Gavi, Gavi” le gritan sus seguidores. En este municipio y al interior del PRI suenan dos bandos: el de Mario Calzada Mercado, ex presidente municipal, como uno de los mejor posesionados y el de Juan Gabriel Olvera, “El Gavilán”. “Este será nuestro candidato, por las buenas o por las malas” me dice con énfasis un expresidente de ese municipio. Y Ospital ya tiene a la vista, su primera tarea.

Ahora, si bien la elección de Ospital fue legal, falta legitimar el cargo, porque situado en un tercer lugar, el entusiasmar a los priistas no basta. Viene el trabajo de tierra, el de inclusión, el de ver – como él mismo lo dijo – “por la gente…aquí no vamos a sudar calenturas ajenas…”

“Alito” llegó acompañado por varios de sus colaboradores cercanos en el CEN, de Ricardo Aguilar, secretario de organización; de Mariano González, secretario de “estados en oposición”; de Pablo Angulo Briseño, secretario técnico del consejo político nacional; del ex gobernador de Oaxaca José Murat, ahora presidente nacional de la “Fundación Colosio” pero también de dos jóvenes queretanos, de Alberto Lugo Ledesma, encargado de la presidencia del Instituto de Capacitación Política “Jesús Reyes Heroles” y de la Lic. Noemí Diezmarina, encargada del despacho de la secretaria general del mismo instituto. Hoy en la ciudad de México, este instituto tendrá su asamblea general de asociados para elegir a quién ocupe el cargo que dejara vacante Paul Ospital.

Y acá, en las goteras del municipio de Corregidora, el reto está de pie: Dejar en estas elecciones del 21 ese incómodo tercer lugar. El hablar bonito y entusiasmar, no basta.

De todos ellos depende en los hechos, en la llamada “nueva era del PRI”, la de Paul Ospital.

El trabajo real -y el tiempo – ya le espolea.

Sin pactos eh.

Periódico Raíces