Representante del papa acude al llamado de amlo para pacificar al país Más violaciones a la constitución
Por escrito y en dos ocasiones AMLO se dirigió al Papa, solicitando el respaldo a su gobierno.
26 de abril. AMLO bien sabía de su manifiesta incompetencia para gobernar. Desde que tomó posesión del cargo pidió apoyo al Papa, para resolver el problema de la delincuencia organizada. Por escrito y en dos ocasiones se dirigió al Papa, solicitando el respaldo a su gobierno, así lo expresó en conferencia radiofónica Franco Coopola, nuncio apostólico en México, perteneciente a la iglesia católica.
Al siguiente día de ocupar la presidencia de la República, Andrés Manuel López, ya quebrantaba el principio político y constitucional de la separación de la iglesia-Estado, que viene desde las leyes de reforma de Benito Juárez García, entonces presidente de México. Desde 1855 los gobernantes habían mantenido el principio juarista, pasando por las distintas constituciones mexicanas hasta al actual de 1917, que conserva el principio en el artículo 130.
López Obrador nunca ha mencionado nada al respecto. Tuvo que ser el nuncio Franco Coopola, quien recordara a los mexicanos el apoyo solicitado por el presidente para resolver el grave problema que no sabe cómo atenderlo: el de la violencia; conflicto de ingobernabilidad que, a 29 meses de distancia no se ha resuelto. El mismo Coopola dice tener la “impresión” que los carteles azotan con su violencia en todo el país, hecho negado por el irresponsable de AMLO.
El nuncio apostólico reconoció que están colaborando con el gobierno de López Obrador, para pacificar al país, pero la responsabilidad es del Estado. También advirtió Coopola que un alto funcionario federal (no dijo nombre) le dijo que “no era conveniente hablar del tema de la violencia”; a su vez, no le prohibieron que hablara, razón por la cual hacía referencia a la grave violencia que sufren los mexicanos.
El nuncio apostólico tuvo que acudir la semana pasada a la población de Aguililla, Michoacán, que estaba y sigue bajo el absoluto control de la delincuencia organizada: de los cárteles. Los delincuentes hicieron una “tregua” mientras estuvo presente Franco Coopola, no hubo disparos; se hicieron presentes las fuerzas federales y estatales. Una vez que se retiró del lugar, las cosas volvieron a su “estatus normal” de violencia: la población a merced de los delincuentes; también se retiraron las fuerzas “del orden”.
En la entrevista con López-Doriga, el nuncio apostólico reconoció que subió a la red de Facebook, varias fotografías de las “masacres que no reconoce el gobierno de AMLO”. Pero Facebook bajó las imágenes de la red, advirtió que seguramente se debió a lo sangriento y sanguinarias de las imágenes, en algunas de ellas había “descabezados”. Eso es lo que está pasando en México, advirtió el ministro de la iglesia católica.
El clérigo Coopola, espera que los medios hablen más de la situación de la violencia. Todo lo contrario a la política de AMLO, no quiere que se toque el tema. El presidente prefiere eludir la realidad a enfrentarla. El nuncio refiere que es bueno hablar del tema en los medios como una manera de hacer saber lo que está sucediendo a muchas de las familias mexicanas, de lo contrario es como si nada sucediera, se ocultaran los hechos de violencia; hablar de los hechos ayuda a las personas, es un consuelo, para que las autoridades resuelvan el problema.
Situación en extrema grave. Por un lado, AMLO promueve la violación a la Constitución en franca rebeldía a los principios juaristas de la separación de las iglesias y el Estado. Por cierto, el nuncio aseguró que los jesuitas también están apoyando a la pacificación. El presidente, sabiendo de su incapacidad e ineptitud armó un teatro con sus reuniones de “pacificación” que llevaron a cabo el ahora candidato al gobierno de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, ex secretario de Seguridad y la señora Loretta Ortiz, quien ahora cobra en el Consejo de la Judicatura, en el Poder Judicial. Ninguno resolvió el problema. Ahora se dedican a otra cosa diametralmente diferente. Las mentiras del presidente López y su afán por ocultar la verdad resultan inauditos.
Bajo la vestimenta del cinismo, característica de AMLO, solo falta que culpe a la iglesia católica por no resolver el problema de la inseguridad que vive el país, dado que el presidente no es responsable de nada. Siempre culpa a terceros de sus incapacidades. Así las cosas, la iglesia católica haciendo su máximo esfuerzo por ayudar a “cargar la pesada cruz” que les endilgó el presidente de la República, cuando la responsabilidad es del Estado.
Bajo el mismo traje del cinismo, oficialmente López Obrador viene violentando la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La Constitución, herramienta democrática para controlar a las autoridades, López la ha violado cuantas veces ha querido sin consecuencia alguna ¿Es el gobierno que quiere mayor poder para sus próximos tres años?
Lo expresado con sinceridad y buena fe por el nuncio apostólico Franco Coopola, accediendo a brindar el apoyo a AMLO para lograr la pacificación, es una muestra clara del por qué Morena no debe volver a tener mayoría en la Cámara de Diputados. Ambos, AMLO y Morena, decididos a acabar con el Estado Mexicano, acción deleznable que no debe permitirla el electorado el 6 de junio próximo. Razonablemente deberá imponerse el #VotoInteligente, sin importar colores de partido ¡Es tiempo de salvar a México!
Héctor Parra Rodríguez