¿Quén fue Fernando Tapía alias Conin?
¿Quén fue Fernando Tapía alias Conin? monumento que se encuentra ubicado sobre carretera 57 entrando en limites del marques y municipio de Querétaro
12 de enero de 2020
Don Fernando de Tapia Conin fue un poderoso cacique de origen otomí que ayudó a los españoles en la lucha contra las tribus insumisas del centro de Nueva España. También fue el fundador del pueblo de indios que después se convertiría en la ciudad de Querétaro. Conin nació en Nopala, en el reino de Jilotepec (actual estado de Hidalgo), y poco se sabe de su vida antes de la conquista de los españoles; ni siquiera se tiene claro su año de nacimiento. Conin nació en Nopala, en el reino de Jilotepec (actual estado de Hidalgo), y poco se sabe de su vida antes de la conquista de los españoles; ni siquiera se tiene claro su año de nacimiento.
Conin viene de una palabra otomí que significa “ruido”. Su nombre cristiano, Fernando, lo eligió en agradecimiento al conquistador Hernán Pérez Bocanegra, mientras que su apellido lo tomó de don Andrés de Tapia, encomendero de Jilotepec que fungió como su padrino de bautizo. El conquistador español Hernán Pérez de Bocanegra llegó a la región que habitaba Conin, lo convenció de convertirse al cristianismo y fue bautizado con el nombre de Fernando de Tapia. Ya con su nuevo nombre y como aliado de los europeos, ayudó a someter a los indígenas del área, principalmente a los chichimecas insurrectos de un lugar llamado Andamaxei, que significa “lugar en donde se juega a la pelota”. Luego, en 1531, obtuvo el permiso para fundar con indígenas otomíes y algunos chichimecas cristianizados la población que después sería la ciudad queretana.
Fernando de Tapia fue sumamente importante para la colonización de la región, a él se debieron innumerables fundaciones, por lo que fue recompensado con la cesión de generosas mercedes de tierra. Gobernó entre los naturales, de los que fue nombrado gobernador vitalicio, también le fue concedido el título de capitán general, El viejo cacique murió en 1571. Fue así que Fernando de Tapia, nacido como otomí, murió como un noble español. Con su fortuna se construyó el convento de Santa Clara