las consecuencias de enlodar la política.

La democracia consolidada en 2018 ha sufrido un revés descomunal, casi mortal, desterrar la corrupción…

por: Ulises Gómez de la Rosa

La democracia consolidada en 2018 ha sufrido un revés descomunal, casi mortal, desterrar la corrupción es fundamental pero debe hacerse ciñéndose estricta y responsablemente a un proceso judicial, dejando que las autoridades ministeriales actúen en el marco de la ley y el debido proceso, sin embargo los últimos acontecimientos denotan que la impartición de justicia se ha utilizado como instrumento de vendettas políticas, en donde lo que termina por enlodarse, ensuciarse y desprestigiarse es la política.

Los videos exhibidos, todos, han quebrantado la confianza del ciudadano hacia el gobierno, hacia los políticos y hacia los partidos políticos, hoy la sociedad se encuentra en una posición de censura y lapidariamente califican por igual a todos los políticos, debido al manejo irresponsable de un expediente judicial, que ha detonado una confrontación política por la lucha por el poder, que hoy se ha salido de control y deja la impresión de una suciedad generalizada.

La obligación del gobierno es actuar en contra de la corrupción de manera contundente, pero siendo prudente sobre la divulgación del proceso, sin litigar en los medios, sin judicializar las declaraciones, sin colgarse estrellitas antes de tiempo. Las filtraciones de las actuaciones ministeriales del caso Lozoya, ha traído como consecuencia la exhibición de todo el sistema político mexicano, y a toda acción era de esperase una reacción, todo provocado por un gobierno que abusa de una persecución judicial a la cual le quiere sacar una raja electoral.

Lo peor ha sido la manipulación clientelista que ejerce con descaro López Obrador, que con un discurso demagógico y populista, se defiende y mancha a todos escupiendo al cielo, pensando salir limpio del pantano que él mismo creo, no pudo. Quiso asumirse como defensor de la democracia y el Estado de Derecho, de las instituciones y el poder civil, nada más falso, la transformación prometida es pura retórica, lastimosamente ha quedado evidenciado que no ha cambiado nada.

La herencia que nos deja AMLO es una desafección política en la que toca construir nuevas alternativas, el no ha entendido que una cosa es la rebeldía al pasado, la crítica a los gobiernos anteriores y otra apostar por la construcción de una sociedad con justicia, lo que es una tarea mucho más ardua, profunda y con visión de Estado en la que los resultados no son inmediatos.

Tristemente el respeto al ejercicio de la política se ha perdido, no existen los consensos fundamentales en torno a la democracia y la economía, nos hemos quedado solo con el desprestigio de la clase política y un cuestionamiento muy severo a la representación popular. El que esté libre de video que arroje la primera piedra.

Periódico Raíces