La primera revancha Por Andrés González
En cuestión de días, la jugada política interna del Comité Directivo Estatal del PRI, selectiva, excluyente y cupular, se volvió a repetir. Y esta vez […]
Y esta vez no me refiero a las personas que alcanzaron cargo, sino a la forma en como lo planearon. Y por supuesto que lo cuajaron, sin oír ni tantito las voces priistas en contrario.
Y el manoseo cupular fue doble; de allá, del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, a través del Secretario de Organización; y de aquí, el aplanado local –negación de la democracia interna – lo realiza el presidente del Comité Directivo Estatal.
Y se cuaja en unos cuantos días. Vamos, del miércoles de la semana pasada, siendo el jueves definitivo, para cristalizarlo en “fast track” este lunes.
Y como para cerrar toda posibilidad de que “la democracia” les pudiera despeinar proyectos, intenciones o planes, se sacan de la manga el nombramiento de “Presidente Provisional del Comité Municipal”, cuando nos encontramos a escasos cuatro meses y días de que inicie el proceso electoral local y que si no cambia lo aprobado – y aún no publicado en el periódico oficial – sería este 15 de octubre, en lugar del primero de septiembre del año que corre.
Y cuando comience el proceso electoral, por disposición de ley, no se pueden hacer cambios en las dirigencias de partido.
Y vamos a referirnos concretamente al Presidente Provisional del Comité Directivo Municipal de Querétaro por cuestión de espacio, aun cuando también se tomaron decisiones similares para los municipios de Peñamiller y de Ezequiel Montes, que dicho sea de paso, también ahí les cerraron la rendija – que no ventana – de la democracia que ahora practica el PRI.
Para el Comité Municipal del PRI de Querétaro, viene como flamante presidente el Lic. Marco Álvarez Malo que tuvo toda la confianza – fue su secretario particular – del Lic. Roberto Loyola Vera cuando este era presidente municipal. En ese entonces – usted lo recordará – era regidora del H. Ayuntamiento de Querétaro, la Lic. María Alemán Muñoz Castillo, actual diputada federal en la LXIV legislatura.
Bueno los tres, Roberto, Marco y Mary tienen un mismo origen político, muy ligado al surgimiento de José Calzada Rovirosa como candidato a gobernador del estado, allá por el año 2008. A Roberto es el propio Pepe Calzada quién lo invita a la Secretaria General de Gobierno. Y desde ahí se integra con él, el joven licenciado Marco Álvarez Malo. Y ya no se le separaría en el tiempo que Roberto ejerció está encomienda y que termina solo para encumbrarlo como candidato del PRI a la presidencia municipal de Querétaro. Y gana. Y se va Marco con él.
En la fórmula iba integrada la propuesta de la licenciada María Alemán Muñoz Castillo, la misma que hizo una valiente y bien cimentada defensa del proyecto “Roberto” en la toma de posesión de este como candidato. De regidora por su capacidad política y don de gentes, gana su distrito local siendo postulada –en una extraña jugada – por el Partido Nueva Alianza, aun cuando nunca dejó de ser priista. El rebote sería para sumarle alianzas a Roberto en su intención de ser gobernador.
Todo hasta ahí parece “normal”. Para eso es la política, para hacer equipo.
En la operación “presidente provisional” interviene la cúpula del CEN a través del diputado federal en funciones Rodolfo Aguilar Castillo, actual secretario de organización del CEN y compañero de curul de la diputada queretana. Lo lamentable es que se escoge y se sacan de la manga la figura de “presidente provisional” del Comité Municipal para no exponer el proyecto de María Alemán Muñoz, que busca la candidatura de este partido a la presidencia municipal de Querétaro. Y tampoco eso nada tiene de malo.
Empero – y ahí está el detalle – es que les cortan ese derecho a otros militantes del PRI que pudieron tener similar aspiración. Y dañan a terceros, en sus justas aspiraciones, en volver a jugarla, enconchada la dirigencia local en hacer los cambios a través de decisiones cupulares.
Aspiraba a este cargo el Lic. Bernardo Ramírez, con trayectoria política – fue diputado federal – con ganas de trabajar. Y con una decisión así, lo hacen a un lado, por no decir lo avientan. Este proceso tampoco no se abrió, porque no hubo convocatoria alguna, sino que fue imposición cupular, el sello de la casa. “Voy a impugnar” me confió Bernardo.
Esta decisión abre también de facto, la primera revancha política, entre Roberto Loyola y José Calzada, distanciados desde hace buen tiempo, por “algunas desatenciones” que Pepe tuvo con Roberto, cuando el proyecto JJRR ya se deshacía. Y si bien no se guardan rencor – la política, como la vida, tampoco es para eso – tampoco caminan en proyectos similares que aquí se están construyendo.