El charro de Huentitán festeja su 80 aniversario
Una de las últimas leyendas vivas de la música Ranchera de nuestro país estará llegando a 80 años de vida
16 de febrero de 2020
El próximo lunes 17 de febrero una de las últimas leyendas vivas de la música vernácula de nuestro país estará llegando a 80 años de vida, se trata del ídolo de Huentitán, Jalisco, Vicente Fernández, o “Chente”.
Con una carrera de más de 75 millones de discos vendidos, 100 discos publicados; dos premios Grammy, ocho Grammy Latinos, el iniciador de la dinastía Fernández está a las puertas de llegar a su octava década de vida.
El 17 de febrero de 1940, en un pueblo de Jalisco, Huentitán El Alto, nació Vicente Fernández Gómez, en el seno de una humilde familia que nunca se imaginó que aquel niño podría competirle en fama a Pedro Infante, como ídolo del pueblo.
A la edad de 14 años ya sabía que la música era su pasión. Luego de participar en un concurso y ganarlo, en Guadalajara, empezó a cantar en restaurantes y bares.
En la biografía oficial del cantante, que aparece en su página web, refiere que a los 24 años ya cantaba con muchos de los mejores mariachis de la época, como el Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza y el Mariachi de José Luís Aguilar (Felipe Arriaga).
Además, se abría camino en la radio de la época, participando en programas como Amanecer tapatío. Muy pronto la capital de Jalisco le quedó chica al cantante, quien se trasladó a la Ciudad de México, desde vio crecer su fama.
En el año 1966 surgen los primeros sencillos que se convirtieron en éxito y marcaron el inicio de una carrera discográfica, entre los que destacan “Tu camino y el mío”, “Perdóname” y “Cantina del barrio”.
No obstante, Vicente Fernández se convirtió en un artista masivo hasta el año 1976, cuando grabó “Volver, volver”, de Fernando Z. Maldonado, una canción que casi de inmediato se convirtió en un himno de la música ranchera.
La canción rompió todos los récords de venta; grupos y cantantes de México y otras partes del mundo hicieron suya la pieza, que se convirtió en emblema de la música regional mexicana.
A partir de entonces, Fernández se convierte en estrella internacional. En la década de los noventa, graba los que serían tal vez sus discos más representativos: “Aunque me duela el Alma” (1995) y “Me voy a quitar de en medio” (1998).
Durante sus innumerables conciertos se hace famosa la frase “mientras no dejen de aplaudir yo no dejo de cantar”, lo que convierte a su recitales auténticos maratones.
En el cine «El Charro de Huentitán» ha participado en más de 30 películas. Además de que fue incluido en el Salón de la Fama de la revista Billboard en el año 2016.
Con 80 años, prácticamente retirado de los conciertos, «Chente» deja un legado casi imposible de superar. Su hijo, Alejandro Fernández, y sus nietos y nietas, que también son intérpretes, han consolidado la dinastía. Pero la voz y presencia del “Charro de Huentitán» es insustituible.