Cuidemos nuestras relaciones. Seamos auténticos

Pensamientos para el éxito.

¿Te has puesto a reflexionar qué es lo que te atrae o te mueve para convivir con determinadas personas? Pudieran ser valores o conductas similares, puede ser la cuestión física, pudiera ser la cuestión económica, pudiera ser la cuestión social, o simplemente porque comparten algún entorno y se genera la compatibilidad

Pero, ¿qué es lo que realmente tiene valor al tratarnos unos a otros? En muchas ocasiones generamos una opinión al ver por primera vez a una persona, eso que llamamos primera impresión, que se refleja por lo que observamos a simple vista; quizá su ropa, quizá sus modales, quizá la forma en que esa otra persona se quiere dar a conocer con nosotros o bien como trata a los demás. Pero entonces, ¿por qué en ocasiones decimos que la la gente cambia? Ya sea con el paso del tiempo o cuando lo conocemos en condiciones diferentes; incluso podemos decir que no es lo que yo esperaba o incluso esa persona no es como se había presentado antes. Pues sencillamente porque las primeras ocasiones quizá fingimos o tenemos máscaras para relacionarnos con los otros.

Te invito a reflexionar ¿Cuál es la forma en que nos estamos dando a conocer? Y ¿Qué es lo que permitimos en nuestras relaciones?, de manera personal considero que es cuestión de límites. Sin duda debemos conducirnos con cautela, con cierta precaución, incluso en algunas ocasiones hasta con cierto temor porque no sabemos a quién tenemos enfrente, pero te invito a que nuestra reflexión vaya en torno a los verdaderos valores que tienes como ser humano. ¿Qué es lo que tú quieres ver en las otras personas? Es necesario estar muy alerta para identificar las intenciones del otro y las propias, sus valores, sus principios, sus reglas de vida.

Es importante que recordemos que damos lo que somos, es decir, si somos personas buenas y somos personas agradables y somos personas solidarias entonces estaremos atrayendo en cierta medida lo mismo en nuestras relaciones, pero es responsabilidad de cada uno de nosotros verificar tanto lo que otorgamos como lo que permitimos y de esa manera hacer que nuestras relaciones sean de crecimiento. Habla con respeto, cuida tu invención, piensa que solicitas ya que en esa medida deberíamos estar dispuestos a otorgar; permítete ser libre y fomenta la libertad en tus relaciones, pero sobre todo ama con responsabilidad, comenzando por ti mismo.

Vale la pena trabajar por mantener relaciones sanas, llámese de familia, de pareja, de amistad. Establecer reglas de respeto, para que cuando estemos con las personas disfrutemos su compañía y seamos auténticos en nuestro comportamiento, todos tenemos historias de vida que en algún momento salen a flote y nos convierten en los malos del cuento, pero con compromiso, responsabilidad y mucho amor podemos ser susceptibles de cambio y permitirnos que florezca la mejor versión de cada uno. Considero que cada día tenemos la oportunidad de crecer y conocer a la mejor persona que hay en cada uno de nosotros, démonos la oportunidad de ofrecer al mundo la mejor versión que llevamos dentro.