Cuidar el entramado social

Por Andrés González Arias

Las instituciones todas –en el país, en los estados– tienen, las más de las veces, un fraguado lento, conforme avanzan sus tareas pero con otro requisito, el que debe ser constante.

Solo así dan los frutos buscados.

Y aquí en Querétaro esta tarea está siendo continuada, afianzada.

Y es que, en la semana se firmó un interesante convenio –y que casi pasa desapercibido– entre el Instituto Electoral del Estado de Querétaro y el Poder Ejecutivo del Estado, a través la Secretaría de Educación Pública del gobierno estatal.

Este es el primero en su tipo en toda la historia de la entidad.

Y trae cuestiones sumamente novedosas y prácticas.

De lo que se trata es de fortalecer cuestiones en apariencia, intangibles pero necesarias para avanzar en el entramado social, tales como la educación cívica, la democracia y la inclusión. Por eso son de fraguado lento.

Y es que estas, no se dan de la noche a la mañana. Ni por decreto.

El compromiso de ambas instituciones es trabajar de la mano para realizar seminarios, conferencias, foros, mesas de trabajo y demás eventos académicos, dirigidos a las instituciones de educación superior, media superior y básica, alumnado, personal docente –maestros pues– pero también al personal administrativo.

Ese es el trabajo constante que se debe hacer con el potencial humano. Y no es precisamente esporádico.

Pero el convenio es también para cumplir y cristalizar acciones concretas, como la coedición de libros, el intercambio de informaciones en las materias citadas, que vengan a fortalecer el conocimiento y la práctica de los valores democráticos, particularmente los que por evolución natural, no tienen del todo bien cimentados los estudiantes.

La firma de este convenio se dio en esta misma semana en el Centro Educativo y Cultural del Estado, “Manuel Gómez Morín”.

Ese fue el protocolo y compromiso final.

Para hacerlo posible, fue necesario definir con toda claridad las intenciones del mismo.

Y sí, fue cuestión no solo de voluntades, sino de trabajo y esmero. Por parte del IEEQ, la cereza del pastel la puso la consejera presidenta provisional, María Pérez Cepeda. Y decimos que, para su trabajo, abierto, metódico y convencida de los beneficios que vengan para las partes, pero principalmente para el gremio estudiantil es la cereza del pastel puesto que prácticamente y con esto, la magistrada María Pérez Cepeda, cierra su presidencia provisional en el IEEQ, en un trabajo provisional, impecable

Y la contraparte la cumplió la maestra Martha Elena Soto Obregón, secretaria de Educación Pública del gobierno estatal, que sigue sumando puntos y con precisión, a cuanto encargo le hace el gobernador, Mauricio Kuri.

Y mire usted la magnitud de este convenio.

Implica meter en esto a todo el sector educativo, desde todo el personal docente hasta el llevar educación cívica –que tanta falta nos hace– a más de 600 mil estudiantes, ubicados en 2 mil 200 planteles educativos de todos los niveles en la entidad.

De ese tamaño es el reto. Por eso señalamos lo del trabajo constante.

La tarea es sumamente amplia en tres encomiendas: Educación cívica, democracia e inclusión, en lo más sensible que tiene Querétaro: sus niñas, sus niños y adolescentes.

Pero detrás del trabajo de estas dos instancias –de la Lic. María Pérez Cepeda, de la maestra Martha Elena Soto Obregón– operó todo un equipo. Por el IEEQ, lo cristalizó con su trabajo y aportaciones, el consejero Daniel Dorantes Guerra, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas e Inclusión del IEEQ.

Y por parte de la SEP, la Lic. Begoña Corona, el Lic. Gerardo Servín pero también –y en la firma se le reconoció– el armando que de este hizo el Lic. Jorge Valenzuela.

Los resultados son a largo plazo –este convenio se extiende hasta el 27 de septiembre del 2027– pero el trabajo a realizar ya comenzó con esta firma.

Recuerde usted que son tres tareas intangibles: educación cívica, cultura democrática e inclusión.

Las tres dan fuerza y cohesión al entramado social.