AMLO ES IMPRUDENTE Y TONTO

Una vez más el presidente de la República es prueba fehaciente de imprudencia y torpeza. Propuso que el Fiscal del Estado de Guanajuato, renuncie dado los resultados en la comisión de delitos en ese Estado; además porque el fiscal lleva muchos años en el cargo.

TRAS LA VERDAD 

Sábado 17 de julio de 2021 

El ignorante presidente Andrés Manuel López Obrador, debe saber que, evitar la comisión de delitos no está a cargo de los fiscales ni de los ministerios públicos, es responsabilidad de las áreas de seguridad pública y protección ciudadana. Por favor presidente ¡Basta de tanta ignorancia y mala fe! 

Luego el presidente no es nadie para proponer quiénes deben de ocupar los cargos públicos en los Estados, esa es atribución de las autoridades locales. López debiera remover a todo su gabinete, ha nombrado a muchos ineptos bajo el argumento de que no se requiere saber de la materia, basta con que sean honestos. Precisamente es la razón del por qué México literalmente lo ha llevado a la quiebra. 

Quien fuera su Secretario de Seguridad Pública hoy gobernador elector de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, resultó un inepto, dejó el cargo con olor a pólvora y a México teñido de sangre, sin embargo, ante la evidente torpeza e incapacidad para contener la ola delincuencia el mismo Alfonso Durazo prefirió abandonar la Secretaría e irse de candidato a su Estado natal ¿Por qué razón no lo despidió si no pudo controlar el crecimiento de la delincuencia? Por el contrario, los delitos aumentaron durante los dos años que estuvo al frente, más el tiempo de campaña de los foros para “apaciguar” a los delincuentes. 

Luego del desatino presidencial, se atrevió a designar a una mujer de nombre Rosa Icela Rodríguez, como Secretaria de Seguridad con nula experiencia en la materia, a grado tal que la responsabilidad de la seguridad pública la dejó en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la cual tampoco tiene experiencia en materia de seguridad pública, de ahí el rotundo fracaso del gobierno de la 4T. El presidente carece de lo que se llama “vergüenza”. 

AMLO pondría de mal ejemplo lo sucedido en el Estado de Veracruz, en donde cambiaron al Fiscal por medio de una ilegal jugada al destituirlo, argumentando que desde que el antiguo fiscal dejó el cargo las cosas en materia de seguridad mejoraron en aquel Estado. De verdad que el presidente es torpe. Lo cierto que en Veracruz las cosas empeoraron con Cuitláhuac García Jiménez como gobernador morenista, ahí radica el fondo del problema, al igual que en la Presidencia de la República, AMLO debiera renunciar, tal vez así mejorarían las cosas en materia de seguridad pública en todo México. 

El deseo externado por López Obrador, es una intromisión ilegal a la soberanía de los Estados. Claro, esa es la pretensión del “reyezuelo”, quien desea meter mano en todo. Bueno, hasta perito en demoliciones se siente experto, cuando opinó que no debieron demoler el edificio en el Estado de Florida, ya que pudiera haber personas vivas bajo los escombros, después del derrumbe. Así es de entrometido, también allende las fronteras quiere influir en la toma de decisiones. La ociosidad del presidente es manifiesta. 

Conclusión. No es posible que el presidente de la Republica a estas alturas de su gobierno no sepa distinguir y diferenciar las funciones de las autoridades, conocer bien a bien a quién corresponde la persecución de los delitos y a quién la seguridad pública; son atribuciones a cargo de autoridades distintas. 

Sería tanto como culpar al sedicioso e inepto de Alejandro Gertz Manero, Fiscal General (el Fiscal carnal) de los casi 90 mil homicidios cometidos durante lo que va de la gestión de AMLO y liberar de responsabilidad a Durazo y a Rosa Rodríguez. A Gertz habría que responsabilizarlo de su falta de capacidad y perversidad para perseguir a los presuntos delincuentes. El Fiscal General de la República ejercita acción penal en contra de enemigos políticos, mientras que a los delincuentes con armas de fuego los deja vivir en paz. 

Andrés Manuel López Obrador, es el principal responsable de todos los problemas que ha generado durante su mandato. En lugar de atenderlos y resolverlos, se dedica a criticar a los gobernadores y a sugerir lo que deben hacer autoridades en el extranjero. 

Otro ejemplo. Mientras que su obligación era atender a Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, cuando fue a pedir audiencia, éste se quedó esperando en la calle, AMLO lo mandó con otras autoridades para que lo recibieran, argumentando que él no era autoridad para recibir denuncias penales por delitos cometidos por la delincuencia organizada y su partido (narcopartido, dijo el mismo gobernador), entonces sí supo que no era competencia del incompetente presidente. López Obrador no es tan tonto como parece. 

Héctor Parra Rodríguez 

Periódico Raíces