“Agua que no haz de beber”… no la privatices
Por Andrés González Arias El agua de Querétaro, si bien es perfectamente potable, ya no es cristalina. Ha sido enturbiada –por la Ley de Aguas- […]
El agua de Querétaro, si bien es perfectamente potable, ya no es cristalina.
Ha sido enturbiada –por la Ley de Aguas- manoseada, en la mejor de las expresiones, por las partes, comenzando por los diputados del PAN; metido ruido inquietante, que clama inclusión, de los ambientalistas; distinto y muy analítico, por los universitarios; impropio -¿quién les echó el veinte? – el del PAN; tirando la piedra y escondiendo la mano, el senador Gilberto Herrera; la propia CEA; bueno, todos.
El turno es del Partido Revolucionario Institucional.
Abre su líder estatal, Abigail Arredondo Ramos. Y se dice respetuosa, en absoluto, de la libertad de expresión. La conmemoración es en estos días. Aquí y con los priistas, hay desayuno conferencia. Tal vez otros nos quieran “matar de hambre”. Aquí, ni el PRI, ni ningún otro partido ha llegado a tanto. Son temas, golpes, nacionales. Y que van a la yugular.
Abigail aborda, a pregunta expresa, el enturbiado tema del agua y que, por lo arriba mencionado, ya no será igual.
“La Ley de Aguas, como ya lo dijeron, se puede perfeccionar”.
Y volver a comenzar, después del fast track en su aprobación, porque ya publicada, ¿Cómo vetarla?
Y señala –Abigail fue diputada en la LIX Legislatura, donde se abortó una iniciativa sobre el tema– que esta ley “viene con cosas ambiguas, porque no regula el derecho de acceso al agua, sino solo la prestación de los servicios públicos de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales”.
Todo esto –puntualizó– “con una visión mercantil y no como un derecho humano, sino como objeto de comercio”.
Esto dice el PRI. Y ahora sí, ya las cosas están de partido a partido. Veremos qué le contesta –en diálogo, no en alegato– el Partido Acción Nacional. Total, ya se politizó el tema.
Y Abigail puntualiza:
“El agua debe tratarse como un bien social y cultural, pero no como un bien económico”.
Especificó que así como fue aprobada “esta ley no atiende, ni regula las aguas pluviales para atender e impulsar específicamente la privatización de los servicios”.
Y en este señalamiento hay coincidencia de universitarios, ambientalistas y ahora el PRI.
Por algo será. Digo.
Y también dio números que, por el tema, ya son de conocimiento público, como los dados por Luis Alberto Vega, director de la CEA, cuando señaló que se tienen 22 concesiones de agua, “pero no se definen con claridad la posición que guardan los organismos operadores frente a los usuarios”. Esta puede ser una de las ambigüedades a las que se refirió al principio.
El tema lo había estudiado Abigail; lo vivió de cerca cuando fue diputada; lo repasó con el conato de iniciativa que dos de los diputados del PRI presentaron. Y que se las batearon.
“La ley -esta, la aprobada- no incentiva acciones ecológicas, monopoliza las actividades de reutilización y circulación del agua. Y los usuarios tendrán que pagar por esos servicios. Y estos serán llevados por el prestador de los mismos. Y los prestadores no pueden exentar a ninguna persona física o moral del pago de los precios”.
¿Dónde queda el sentido de justicia social con este vital líquido? ¿O la diferencia de pago que beneficie a los grupos sociales más desprotegidos?
La conferencia de prensa se extendía. La priista no omitió ninguna respuesta. Y eso que fueron algo así como 25 preguntas, el 90 por ciento sobre el tema de la Ley de Aguas.
“Por supuesto que no nos quedamos satisfechos con lo que ya se aprobó. Este partido, el PRI, propondrá además de la revisión de esta –dicen los panistas que es perfectible– nuevas iniciativas”.
Aguda y punzante como suele ser y en torno al agua, expresó con todas sus letras: “Nunca hemos pedido que sea gratis” y sí, que la CEA sea más robusta y más eficiente.
Algunos estudiosos en la materia, han señalado que a esta Ley de Aguas, “se le ha puesto la alfombra roja por sobre la que caminará el “Acueducto III”, porque se la hicieron, dicen, como un traje a la medida, pero para abrir nuevas concesiones, asi sean estas municipales.
¿Será?