Estos son los alimentos que debes de comer si tienes diabetes.
Los alimentos sin almidón, son los más recomendados para el diabético
Sábado 16 de mayo de 2020
Cuando se tiene diabetes, las opciones a la hora de comer son importantes. Una de las mejores es elegir los vegetales o verduras verdes (sin almidón), que están en la lista de los súper alimentos para los diabéticos. Añádelos a tu dieta diaria, y sin que tengas que medir porciones. ¡Mientras más consumas, mejor!No es ningún secreto: si tienes diabetes, es importante que sigas una dieta que te permita mantener tus niveles de azúcar en la sangre bajo control. Para eso, es importante comer los alimentos adecuados, y entre ellos están en primera fila, los vegetales, aunque algunos son mejores para la diabetes que otros.Básicamente, podemos dividir a los vegetales en dos grandes grupos: los que contienen almidón (como la papa o patata, el camote, batata o boniato y los guisantes, arvejas o chícharos, por ejemplo) y los que no lo contienen (en este grupo se encuentran la espinaca, la lechuga, el brócoli, etc.). Todos son buenos para la salud, pero según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association), los que no contienen almidón son un alimento perfecto para las personas que padecen de diabetes.
Sus ventajas
Como están llenos de vitaminas, minerales y fibra, son una fuente estupenda de carbohidratos de alta calidad, y muy nutritivos, a la vez que bajos en calorías. Puedes comer una buena cantidad de estos vegetales sin temor a subir tu nivel de azúcar en la sangre… ni a aumentar de peso.Los vegetales verdes son también beneficiosos por lo que NO contienen: ni altas cantidades de calorías, ni grasa saturada, grasas trans ni colesterol. Sus nutrientes y fitoquímicos ayudan no sólo a controlar la diabetes, sino que además protegen de otras condiciones como el cáncer, la presión arterial alta, la osteoporosis y los problemas del corazón. Y ayudan, de paso, a controlar el peso.La lista de los vegetales sin almidón es larga, y la variedad inmensa, de modo que tienes muchas opciones para seleccionar los que más te agraden y combinarlos a tu gusto. Algunos ejemplos son: alcachofas, espárragos, brócoli, espinaca, pimientos, berro, rábanos, pepinos, remolacha o betabel, habichuelas verdes o ejotes, col o repollo, coliflor, apio, zanahorias, lechuga, endibia, berenjena, ajo, cebollinos, cebolla, hongos o champiñones o setas…
Formas de consumirlos.
• Procura consumir vegetales o jugo de vegetales frescos, pero si no te es posible, puedes usar los enlatados y los congelados, siempre que no se les haya añadido sal, grasa ni azúcar. Fíjate bien en la etiqueta para cerciorarte del contenido.
• Si vas a cocinar los vegetales, utiliza poca cantidad de agua. Es mejor que los cocines al vapor por un periodo corto de tiempo.
• Evita los vegetales congelados o enlatados que vienen acompañados de salsas de queso o de otros tipos. Estas salsas suelen ser altas en sal y grasa.
• Si usas vegetales enlatados con sal, escúrrelos bien y enjuágalos después. Luego cocínalos en agua fresca para eliminar toda la sal que sea posible.
¿Y las cantidades?
La cantidad recomendada para una buena salud es de tres a cinco porciones de vegetales al día, pero puedes comer mucho más.¿Sabes cómo calcular las porciones? En términos generales, una porción equivale a 1/2 taza de vegetales cocidos o jugo de vegetales o 1 taza de vegetales crudos.Cada porción de vegetales sin almidón contiene unos 5 gramos de carbohidratos, la mayor parte compuesta de fibra. A no ser que consumas más de 1 taza de estos vegetales cocidos o 2 tazas de vegetales crudos en la misma comida, no es necesario que te molestes en contar los carbohidratos que contienen.Mi recomendación es que si tienes diabetes (y aunque no la tengas), acostúmbrate a comer vegetales sin almidón diariamente. Y recuerda a no limitarte a un sólo tipo por comida. Combina diferentes vegetales con diferentes minerales y vitaminas, y procura que tengan tonos, texturas y sabores variados. Tus platillos no sólo serán más nutritivos, sino también más apetitosos y atractivos a la vista y al paladar y serán una de tus mejores armas para mantener tus niveles de glucosa en la sangre bajo control.
“Tengo diabetes tipo 2. ¿Qué puedo comer?”
Lo que comes – y las cantidades que te sirves- tienen un impacto directo en el control de tu diabetes. De hecho, tu dieta es una herramienta fundamental para el manejo de la condición. Una mejor selección de los alimentos, variedad y control de las porciones te garantiza el éxito. Aquí te explico en qué consiste la dieta del diabético.
¿Tienes prediabetes o diabetes tipo 2? Entonces tu médico te habrá explicado la importancia de llevar una dieta adecuada para mantener los niveles de la glucosa (azúcar) en tu sangre lo más estables posible para mantenerla dentro de un rango saludable. Y te preguntarás, ¿en qué consiste la dieta del diabético? Pues bien, este tipo de dieta, conocida en términos médicos como terapia de nutrición médica para la diabetes (MNT por sus siglas en inglés) significa sencillamente que debes comer una variedad de alimentos nutritivos en cantidades moderadas y seguir un horario regular de comidas.Más que una dieta de tipo restrictivo, se trata de un plan saludable que incluye alimentos ricos en nutrientes y de bajo contenido de calorías y de grasa, que pone más énfasis en frutas, vegetales y granos integrales. Es una dieta ideal para todas las personas, ya sea que tengan diabetes o no la tengan, pero si ya te la han diagnosticado, seguir un plan de este tipo es fundamental para controlar tus niveles de glucosa en la sangre.Como sabes, cuando se tiene diabetes tipo 2 el cuerpo o no produce suficiente insulina o no la puede usar adecuadamente para trasladar la glucosa desde el torrente sanguíneo a las células para que la utilicen como fuente de energía. En general, los alimentos y las bebidas que consumes hacen que tus niveles de glucosa en la sangre suban y bajen, así que aquí tienes la regla de oro: tu dieta es una de tus herramientas principales para evitar subidas y bajadas extremas del azúcar (glucosa) en la sangre.
Por qué necesitas seguir una dieta recomendada para el diabético
La nutrición adecuada te ayuda a mantener los niveles de azúcar en la sangre relativamente estables, pero, además, te ayuda a mantener un peso saludable y a protegerte de otras enfermedades comunes en las personas con diabetes, como la enfermedad cardíaca y la renal (de los riñones). Además, si no la controlas tu diabetes puede dañar de forma seria y permanente a tus ojos, así como a los nervios de tus piernas y tus pies (neuropatía).Los siguientes puntos te ayudarán desarrollar un plan alimenticio que te favorezca. Los principales son:
- Controla el consumo de carbohidratos (azúcares). Este es un principio fundamental en la dieta del diabético. No se trata de eliminarlos, ya que tu cuerpo necesita alimentos de todos los grupos, pero la clave es seleccionar los que más te convengan. Los que debes limitar son los carbohidratos simples (los azúcares básicos, como los que consumirías al comer un caramelo, tomar jugo de frutas o comer mermeladas) y los carbohidratos complejos ricos en almidones, como los que contienen alimentos preparados a base de harina blanca (los productos horneados como los pasteles (tortas), los panes, el arroz y la pasta). Este tipo de carbohidratos es el que representa un mayor peligro para los diabéticos ya que se requiere una mayor cantidad de insulina para procesarlos y causan una elevación rápida de la glucosa seguida por un descenso o caída rápida. Esto significa que tienen un índice glicémico (índice glucémico) alto y debes evitarlos lo más que puedas.
- Evita los siguientes: pan, pasta y arroz blancos; productos horneados como las rosquillas, pasteles, donas y galletitas; jugos (zumos) de frutas y bebidas azucaradas; caramelos y galletitas dulces;
- Concentra tu dieta en los siguientes: carbohidratos integrales pero ricos en fibra y por lo tanto con un índice glicémico más bajo, como los granos integrales (arroz silvestre (salvaje), quinoa, trigo o cebada); avena; fruta natural; pasta de trigo integral; legumbres (lentejas, arvejas o chícharos, frijoles o habichuelas); productos lácteos bajos en grasa.
- Consume bastante proteína. Además de supervisar cuidadosamente tu consumo de carbohidratos, asegúrate de balancear tus comidas con alimentos ricos en proteína. Las mejores fuentes de proteína para personas como tú, según la Asociación Americana de la Diabetes, son las carnes magras, aves, pescados (de preferencia los pescados grasos ricos en omega 3), los huevos, o las claras, legumbres (como arvejas o chícharos y frijoles o habichuelas), el queso y los productos lácteos bajos en grasa.
- Elige las grasas saludables. ¿Cuáles son? Un buen ejemplo de las grasas que te conviene consumir son el aceite de oliva, canola o maní (cacahuete) o la que contienen los aguacates (paltas), los frutos secos y las nueces. Este tipo de grasa se digiere más lentamente y aumenta tu sensación de saciedad (de estar satisfecho o lleno), lo que reduce los “antojos” y el deseo de comer de más. Solamente debes preocuparte de controlar las porciones de estos alimentos porque aportan muchas calorías.
- No te olvides de la fibra, como la que contienen los vegetales (sin almidón), como el espárrago, el brócoli, la zanahoria, la coliflor y los vegetales de hoja verde como la espinaca. Todo ellos son ricos en nutrientes y en fibra lo que también ayudará a que te sientas satisfecho(a) por más tiempo. Tu meta debe ser la de consumir de tres a cinco porciones de vegetales al día (de 1 ½ a 2 ½ tazas de vegetales crudos, o de 3 a 5 tazas de vegetales de hoja verde (como lechuga, col rizada (kale en inglés) o espinaca). Limita tu consumo de vegetales ricos en almidón, como la papa (patata) y el maíz, ya que contienen más carbohidratos y calorías que los demás.
Ahora que sabes qué deberías incluir en tu plato, trata de llevar un horario regular de comidas. Necesitas hacer tres comidas diarias, así como pequeñas meriendas. Lo ideal es comer cada 3 a 4 horas para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. Además, no estarás “muerto de hambre” antes de la siguiente comida. Como meriendas saludables puedes comer frutas, frutos secos o un yogurt bajo en grasa. Aunque el azúcar de las frutas (fructosa) es un azúcar simple, la fibra que contienen hace que se digiera más lentamente y que no cause subidas drásticas de la glucosa en sangre.
Desde luego, existen alimentos, que deberías evitar. ¿Cuáles son? Los que contengan:
- Grasas saturadas, como la carne de res, los hotdogs, las salchichas y el tocino. Si no puedes eliminarlos del todo de tu dieta, redúcelos a un mínimo (no más del 7 por ciento del total de las calorías diarias debe provenir de este tipo de alimentos).
- Grasas trans, que se encuentran en los alimentos procesados, como los pasteles, galletas, papas fritas y otras meriendas chatarra, así como en las barras de margarina.
- Exceso de sodio y de colesterol (Entre las fuentes de colesterol están los productos lácteos de alto contenido en grasa: como la leche entera, las proteínas de origen animal con alto contenido en grasa: como la carne roja, las yemas del huevo, los mariscos, el hígado y otros órganos). Tu meta es consumir menos de 2,300 mg de sodio y no más de 300 mg de colesterol al día.
- Bebidas azucaradas, incluyendo sodas, tés con azúcar, bebidas deportivas y energéticas.
- Alimentos empaquetados y procesados con alto contenido de azúcar, como cereales para el desayuno, barras de granola y la mayoría de los productos instantáneos que por lo general contienen demasiada azúcar.
Si sigues estas reglas, estarás consumiendo una dieta balanceada que, como mencioné anteriormente, beneficia no solamente a los diabéticos, sino a todas las personas. Si tienes diabetes tipo 2 te ayudará a mantener niveles tus niveles de glucosa en la sangre controlados y un peso saludable. No te concentres en lo que dejarás de comer, sino en los beneficios de todos esos alimentos que puedes llevar a tu mesa sin perjudicar tu salud y el control de tu diabetes y que además de nutritivos, pueden ser deliciosos ya que, una dieta de este tipo no tiene que ser desabrida. Todo es cuestión de dejar volar tu imaginación y tu creatividad.
Las mujeres jóvenes diabéticas tipo 2 tienen mayor riesgo de problemas cardíacos
Los diabéticos tienen el doble de riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que los que no tienen diabetes. Ahora, un nuevo estudio confirma que esto sucede de la misma manera en las mujeres jóvenes, que no tienen ningún otro factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares más que la diabetes tipo 2. Descubre más detalles sobre este hallazgo y cómo proteger a tu corazón.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad que se caracteriza por elevación en el nivel de azúcar o glucosa en la sangre, y es una condición que va en aumento en todo el mundo. En parte, a su asociación con la epidemia de sobrepeso y obesidad, a una alimentación poco saludable y al sedentarismo, característico del estilo de vida actual.Algunos alimentos que comemos se convierten, a través de la digestión, en glucosa, la fuente principal de energía que el cuerpo utiliza para realizar sus funciones. Pero en las personas con diabetes, la hormona insulina, que es la encargada de permitir que la glucosa entre a las células, o no funciona bien o no se produce en suficiente cantidad. Por eso, el azúcar o glucosa se va acumulando en la sangre y las personas con diabetes tienen que tener ciertos cuidados con su dieta, y (a menos que por cuestiones de salud haya alguna restricción) deben practicar ejercicio regularmente y, si es necesario tomar (y/o inyectarse) medicamentos para mantener esos niveles controlados.Si la diabetes no se controla, con el paso del tiempo puede ir dañando distintas partes de tu cuerpo y deteriorando tu salud. Por ejemplo, puede provocar problemas en los riñones (como falla renal), daño a los nervios, lesiones en los ojos (retinopatía diabética), problemas digestivos (gastroparesia), disfunción eréctil y dificultades sexuales tanto en los hombres como en las mujeres, así como problemas en las encías. A esta lista hay que agregar los problemas del corazón o cardiovasculares, como ataques cardíacos, ataques cerebrovasculares o enfermedad arterial periférica.Ahora, un estudio reciente ha encontrado que esta complicación también puede afectar a las mujeres jóvenes con diabetes tipo 2, de manera independiente y sin importar si tienen los niveles de azúcar en la sangre controlados o no.Se trata de un hallazgo que ha sido presentado en las Sesiones de Investigación de la Hipertensión 2013, de la Asociación Americana del Corazón, según el cual las mujeres jóvenes que todavía no han pasado por la menopausia y tienen diabetes tipo 2, tienen más riesgo de sufrir de enfermedades del corazón.Para llegar a estos resultados, unos investigadores de Blossom DMO Argentina y el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de dicho país) analizaron los datos de más de 1,200 mujeres con y sin diabetes tipo 2, de 19 a 84 años de edad, a las que les tomaron exámenes de imágenes por ultrasonido para medir la presencia de depósitos de placa o coágulos en sus arterias carótidas, que son dos vasos sanguíneos grandes que van por el cuello y le proporcionan sangre al cerebro.
La campaña de concientización de la diabetes que todos los años nos recuerda que la información y la prevención son las mejores armas para evitar y controlar esta condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Desafortunadamente, los casos de diabetes tipo 2 van en aumento, convirtiéndose en un peligro para la salud pública, ya que esta condición está relacionada con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, renales, y hasta pone en peligro la visión. Si tienes diabetes, esfuérzate por controlarla y si tienes alguno de los factores de riesgo, con más razón debes mejorar tu estilo de vida para mantenerla a raya.
Según cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud, unos 347 millones de personas tienen diabetes en todo el mundo, de los cuales unos 3.4 millones mueren cada año debido a sus complicaciones. Es muy importante que tomemos medidas desde ahora, porque la proyección de la OMS es que la diabetes se convertirá en la séptima causa de muerte mundial para el año 2030. La buena noticia es que la diabetes tipo 2, responsable del 90 por ciento de los casos de diabetes a nivel internacional, se puede prevenir o retrasar con un estilo de vida que incluya una dieta sana y balanceada, actividad física regular, un peso corporal saludable y dejando a de fumar. Lo primero es entender qué es la diabetes tipo 2. La Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) la define como el tipo de diabetes en el que el cuerpo no produce suficiente insulina o las células no utilizan la insulina de manera efectiva. La insulina, recordemos, es una hormona producida por el páncreas, necesaria para que el cuerpo pueda usar la glucosa como fuente de energía. Cada vez que comes, el cuerpo procesa todos los almidones y los azúcares y los convierte en glucosa. La insulina es la encargada de permitir que esa glucosa entre a las células, pero cuando la glucosa se acumula en la sangre en lugar de entrar a las células, comienzan a desarrollarse las complicaciones asociadas con la hiperglicemia (azúcar alta en la sangre). Si esta elevación en la glucosa no se controla se empiezan a desarrollar los problemas a corto y largo plazo. Entre ellos, se dañan los nervios y los vasos sanguíneos en diferentes órganos.