¿Por qué es lenta la reconstrucción de Ciudad de México tras sismo de 2017?
A dos años del último gran sismo que afectó la capital mexicana, apenas un 20% de los damnificados ha podido volver a casa.
A dos años del último gran sismo que afectó la capital mexicana, apenas un 20% de los damnificados ha podido volver a casa. Sputnik conversó con una de las víctimas para conocer la realidad actual en Ciudad de México tras el inolvidable y violento terremoto que mató a 350 personas y desalojó a más de 100.000 familias en septiembre de 2017.
Olivia Domínguez lleva, como tantas otras personas en Ciudad de México, dos años viviendo fuera de su casa. El departamento que había comprado en la zona de Benito Juárez deberá ser reconstruido junto a los otros 104 que habitaban sus vecinos del edificio destruído.
Esos apartamentos superan levemente los metros establecidos como límite para la primera etapa de reconstrucción que definió el nuevo Gobierno capitalino, por lo que el financiamiento en su caso no es estatal. Sin embargo, la Fundación Slim, del magnate Carlos Slim, eligió un manojo de casos de Ciudad de México para aportar capital en este proceso, el cual incluyó el edificio de Olivia.
«Firmamos en junio el convenio con la Fundación Slim, que eligió nuestro edificio por la gran cantidad de adultos mayores y personas con discapacidad, pero aunque han ido avanzando con la demolición de las dos torres, la obra tardaría entre 12 y 18 meses por lo que no vamos a ver el regreso a casa en el año 2020 tampoco», explicó.
¿Que se ha hecho hasta ahora?
Según datos brindados en la conferencia mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), el Gobierno de Enrique Peña Nieto logró apenas un 21% de avance en la reparación de los daños causados en todo el país por el sismo del 19 de setiembre de 2017.
«El 2018 fue un año de elecciones y campañas políticas y eso retrasó mucho los procesos. El nuevo Gobierno entró este año, promulgando otra ley de reconstrucción y haciendo un censo de afectados», contó Olivia, que además integra la organización Damnificados Unidos, de afectados en la capital.
El censo reveló que 186.526 viviendas, 19.198 escuelas, 296 centros de salud y 2.340 edificios históricos en todo el país fueron afectados por el sismo, de acuerdo a David Cervantes, responsable nacional del programa de reconstrucción.
El esquema original de reparación propuesto en el Gobierno anterior contaba de dos patas fundamentales: la re-densificación de los edificios dañados, achicando los espacios existentes para agregar departamentos de donde las constructoras sacaran una ganancia y la asunción de créditos hipotecarios por parte de los afectados para hacer frente a las tareas de reconstrucción.
«La ley vigente sigue contemplando la re-densificación como una posibilidad, lo deja abierto. El Gobierno brindó cobertura económica a los departamentos de hasta 65 metros cuadrados y al resto, la opción fue buscar ‘otras formas de financiamiento'» explicó Olivia. Así fue su caso, cuyo edificio de departamentos de 72 metros cuadrados será reconstruido con financiamiento privado, lo que les permitió evitar la pretensión original de que los afectados contrajeran nuevas deudas para recuperar sus viviendas y locales de trabajo dañados.
El principal problema ha sido el incumplimiento de las empresas inmobiliarias y constructoras que trabajaron en algunos predios, en los que no cumplieron plazos ni estándares de calidad de las viviendas entregadas. Mucho menos se ha tenido transparencia de la ejecución de recursos públicos y privados que fueron donados durante las horas más críticas del desastre.
Para Olivia, el caso de los primeros edificios rehabilitados que fueron entregados «fue más un montaje que otra cosa: no había acabados en todos los departamentos, había materiales rotos y no estaban completamente habitables».
«Nosotros pedimos que se hagan auditorías, que lo que se ha dado en licitaciones quede a la vista de todos (…), que se den cuentas claras que no beneficien solamente a las inmobiliarias», aseveró.
Por lo pronto, se mantienen organizados y en lucha: «cuando nos reunimos a principios de año con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se había establecido que para este segundo aniversario hubiera algo que inaugurar, pero no lo hay», sentenció la integrante de Damnificados Unidos.
«Desde entonces ha sido un estira y afloje, pues hemos tenido situaciones difíciles en las que hemos tenido que apretar un poquito más las tuercas a las autoridades», agregó y remarcó la necesidad de que se agilice el regreso de los desplazados a casa.
Aquel 19 de setiembre de 2017, a las 13:14 de la tarde, un temblor de 8.5 en la escala Richter destrozó buena parte de la zona centro y sur de México y cobró la vida de más de 350 personas. El hecho se registró exactamente el mismo día que en 1985 otro sismo de igual magnitud había destrozado la capital mexicana.