Tras la verdad: “presidente chillón”
Ahora resulta que tenemos un presidente chillón.
Santiago de Querétaro Qro. 3 de marzo de 2020
Resulta que tenemos un Presidente de la República “chillón”. Derivado de la baja en “popularidad” López Obrador, aceptó que su popularidad sufrió una baja en las últimas semanas, más no es preocupante ni significativo, dijo; pero sigue teniendo apoyo popular. Remató con una frase de “lágrimas”, cuando afirmó que, “cuando el pueblo no me quiera voy a llorar y me iré”. Todo este drama novelesco, se deriva del resultado que arrojaron las últimas encuestas en las que la popularidad de Andrés Manuel continúa a la baja; también agregó a su lastimera declaración que: “llorará y se irá a Palenque”. Luego, mañoso como es su costumbre, denostó a los medios de comunicación al referir que está resistiendo sin pagar publicidad, antes pagaban 6, 8, 10 mil millones de pesos a los medios de comunicación. Vamos, López Obrador, pretendió justificar que su popularidad va a la baja, a razón de no pagar a los medios de comunicación. Los tilda de mentirosos.
Lo cierto que el poder desgasta y el Presidente de la República, no había gobernado en muchos años, su labor se concentró durante más de 12 años, en hacer campaña política, en ofrecer y ofrecer cambios cuando llegara al poder, en desprestigiar a sus oponentes; no hacía otra cosa que lanzar “suciedad política”, calificando de “puercos, cochinos, marranos” a sus oponentes; prometió mucho de lo que hoy no ha podido ni podrá cumplir, como bajar el precio de los combustibles, por el contrario el precio ha aumentado en su gobierno; prometió que crecería el PIB mucho más que sus antecesores y nada, que bajó del 0%; ofreció disminuir el costo del consumo de la energía eléctrica y no ha cumplido; y así muchas más promesas. Ahora, en pleno ejercicio de gobierno, con demasiados pretextos, en lugar de resolver lo que ofreció, ha ocasionado múltiples problemas, agraviado a miles de mexicanos, por esas y muchas más razones su popularidad va a la baja y tiende a seguir creciendo su desprestigio. Aquí solo algunos ejemplos de los perjuicios que ha causado a millones de mexicanos. Por ahorrar dinero para sus “programas sociales”, despidió a miles de burócratas, a otros tantos les bajó los salarios, médicos y enfermeras fueron corrido y continúan los despidos, en Zacatecas apenas corrieron a personal de la salud, ahora bajo el Insabi; bajó el presupuesto para la salud, creó grandes problemas por la falta de insumos y medicinas, enfermos sin medicamentos; a madres solteras les quitó el apoyo de Estancias Infantiles; a mujeres maltratadas les retiró el apoyo; cerró las válvulas de distribución de los combustibles, generando problemas a millones de mexicanos, supuestamente para combatir el huachicol y nada, los robos de combustible continúan; los delitos se han incrementado, cuando ofreció bajar en medio año la incidencia delictiva, la mentira la aplazó a 2 años; los homicidios aumentaron como nunca, superando a los gobiernos “conservadores”; los feminicidios al alza, con una impunidad que raya en el 99%, según dicho del propio Santiago Nieto Castillo; y así el gobierno de la 4T ¿Quería el mismo apoyo ciudadano con tantas fallas? Millones de aquellos que votaron por él, ahora arrepentidos.
En el último mitin político, en su tierra natal, se le armó el griterío al gobernador y presidente municipal, ambos gobernados por su partido Morena (además del federal); gobiernos de quienes se quejaron amargamente los tabasqueños. El discurso principal de Andrés Manuel, basado en las dádivas de dinero por medio de sus programas sociales, es su fuerte, su sostén. Cuestionó al respetable público sobre la entrega de los dineros, en esta ocasión le respondieron que no les dan, que no los atiende su gobierno; tan molesto estaba el Presidente que hasta del “diablo” habló en Tabasco, aludiendo que la mentira es el “diablo”, es reaccionaria. Hubo reclamos por el alza en las tarifas de la luz y que, el ofrecimiento del Presidente fue bajar los precios de la luz. Los increpó con la pregunta de si estaban recibiendo los apoyos del gobierno (dinero), el griterío de los asistentes dijo “no”; pero al insistir a mano alzada (ya sabe el juego el Presidente), en su mayoría le dijo que sí lo estaban recibiendo ¿Entonces? Al final quedó la incertidumbre ¿Reciben el dinero sí o no? Con aquello que el mismo Presidente dijo la semana pasada que no se podían entregar los apoyos (dinero) por falta de Bancos del Bienestar y pidió a particulares que donen terrenos para su construcción, a fin de poder entregar los dineros a los beneficiarios; la respuesta la había dado antes el propio Presidente: no reciben el dinero todos los beneficiarios.
Luego vendría el cinismo que caracteriza al Presidente, al aludir a las campañas electorales. Se le calentó la “boca” a López Obrador, se descaró hablando de campañas políticas en presencias de asistentes cautivos a los programas, a los que les obsequia dinero, hablándoles de campañas políticas tan temprano. Así los irá induciendo poco a poco, para inclinarlos a favor de su proyecto de transformación, para pretender repetir el triunfo en las elecciones del 2021. Eso lo prohíbe la Constitución y la ley. Pero ¿Quién se atreve a denunciar al Presidente por abusivo? Nadie. Y cuando el PRD lo intentó por aquello del “charolazo” a los empresarios, fue a parar a la cárcel una persona cercanísima a Miguel Mancera; no se ha vuelto a hablar de la denuncia penal por extorsión en contra de López Obrador. Así se las gasta el gobierno de la 4T. Como dijera la frase del chino Zen Lee: “coopelas o cuello”.
Por eso y muchas más razones es que la popularidad de López Obrador ha ido a la baja. No es lo mismo prometer que cumplir. La gente se cansa de tanta promesa y echar culpas de sus ineptitudes; a un año 3 meses de gobierno, las cosas no mejoran, más bien han empeorado. La desesperación del Presidente llega a sus extremos, culpa de todo a la oposición, ahora a los medios de comunicación, por no consentirlo y hablar bien de él, todo porque no paga millones de pesos a los dueños de los medios de comunicación, estos son los culpables del deterioro de su imagen. El Presidente López Obrador, debe entender que el periodo de “luna de miel”, ya terminó; tal vez por esa razón le urge que el dinero dice su gobierno entrega a los beneficiarios, no se quede en el camino por cuestiones burocráticas. Otra de las promesas incumplidas de Andrés Manuel, que Pemex “sacaría al buey de la barranca” en materia económica y financiera y tampoco resultó cierto, “el buey sigue en metido en la barranca”; por el contrario, el primer año Pemex perdió miles de millones de pesos, más carga para el erario. Total, ahora tenemos a un Presidente “chillón” quien mete al “diablo” como parte de los problemas que él ha generado, causa de la baja en el deterioro de su popularidad ¡Así son los populistas! Al paso que va, sería bueno que Andrés Manuel López Obrador, fuese empacando sus maletas para irse a Palenque a descansar, en lugar de continuar causando más problemas a los mexicanos.