¡Feliz Cumpleaños Cadereyta!
“Somos un minuto, un instante en la trayectoria de un todo; pasemos a la historia como una generación que deja huella. Soñemos en grande”: Miguel Martínez Peñaloza, alcalde de Cadereyta de Montes.
Por Andrés González Arias
En el Centro Cultural de Cadereyta de Montes –en el primer cuadro de este “Pueblo Mágico”– el marco es sobrio, sin excesos, pero sumamente solemne.
Se entrega la “Presea de la Alcaldía Mayor de Cadereyta” en el 382 Aniversario de la Fundación de esta singular tierra, “tierra de triunfadores, ciudadanos de bien y entereza moral”.
Es la presea más alta que entrega el Ayuntamiento.
“La historia está presente en cada acto, en cada oficio, en cada tradición que día a día realizamos con orgullo” decía, con sentida emoción, el alcalde Miguel Martínez Peñaloza, político maduro –es alcalde por segunda ocasión– que está haciendo aquí cosas novedosas, sin perder ni olvidar sus raíces, “unión de culturas de las tierras de conquista, desde la Sierra Gorda hasta los límites con lo que hoy es el Estado de Hidalgo”.
Así nació, en el año de 1640, la “Villa de Cadereyta” reconocida así por el Virrey Marqués de Villena.
Es Sesión Solemne del Ayuntamiento de Cadereyta de Montes; el presidente municipal, los 13 regidores, la secretaria de este Ayuntamiento
En el patio de este Centro Cultural, estaríamos unas 120 personas. Hay pueblo ahí reunido, representantes de diferentes sectores; exalcaldes –no todos–, familiares de los homenajeados.
“La historia de un pueblo es la marca que nos acompaña, es nuestro legado, nuestras raíces, nuestro futuro”.
Y es que Cadereyta se ubicó, en los años posteriores a 1824, como distrito político, siendo la región más significativa para las decisiones gubernamentales del Estado.
Y comprendía los hoy municipios de San Joaquín, Ezequiel Montes, Peñamiller, Pinal de Amoles, Jalpan de Serra, Arroyo Seco y Landa de Matamoros, formando lo que actualmente se conoce como municipio de Cadereyta, “llevando como apellido el de Montes, del ilustre licenciado Ezequiel Montes”.
Así resumía, en cuestión de minutos, el alcalde Miguel Martínez la historia de este lugar a lo largo de sus 382 años.
“Somos dueños de una demarcación que se forjó con lucha, devoción, fe y mucho trabajo”.
Y en la pujanza de su presente, es que el alcalde apunta hacia algunos de sus valores actuales.
“Somos las artesanías de barro, vara, talabartería, lana, mimbre, pirotécnica y mármol, que las manos cadereytenses elaboran con pasión”.
De ahí le salta también lo de “Pueblo Mágico”.
Es aquí la ruta de la barbacoa y el pulque; el turismo de aventura y de romance y el principal destino para los amantes de la naturaleza y las cactáceas.
Y el alcalde echa a volar su imaginación:
“Si piensas en pesca deportiva, piensa en Cadereyta; si en pueblos originarios, piensa en Cadereyta; si piensas en asentamientos coloniales, piensa en Cadereyta; si en charrería, piensa en Cadereyta”.
En ese marco de historia, es que el Ayuntamiento reconoce a la Cooperativa de Tzibanzá que la recibe la señora Antonia Biais Trejo, una de las fundadoras de esa cooperativa. Y post mortem esta presea es entregada a los cadereytenses Luis Hitler Velázquez Olvera, político y empresario, así como al señor Gustavo Vega González, también empresario y benefactor de Cadereyta de Montes. Estos dos últimos reconocimientos fueron recibidos por sus familiares.
Fue Heidy Wagner Laclette, cronista del municipio de Cadereyta quien inició –y en ese marco tan significado– la formación de la Primera Hemeroteca del interior del estado, con aportaciones iniciales de los medios queretanos.
Finalmente es el alcalde, Miguel Martínez Peñaloza quien nos deja este recordatorio:
“Somos un minuto, un instante en la trayectoria de un todo; pasemos a la historia como una generación que deja huella. Soñemos en grande”.
Muy a propósito de estos 382 años de Cadereyta de Montes.